«¿Qué le voy a contar a mi hija de lo que le pasó a su mamá si ni yo lo entiendo?»
Hugo Correa, viudo de la mujer que falleció por coronavirus, recuerda a Laura Duque como una «luchadora» | Laura Duque dio a luz por cesárea once días antes de fallecer a la pequeña Irene, «una preciosidad que está perfectamente» en la unidad de Neonatos del hospital de Cabueñes
CH. TUYA / M. SUÁREZ
GIJÓN.
Sábado, 21 de agosto 2021, 01:37
«Estoy en shock. ¿Qué le voy a contar a mi hija de lo que le pasó a su mamá si yo mismo no lo entiendo?» Hugo Correa está rodeado de amigos, la 'familia' sentimental que le arropa en Gijón, donde vive muy lejos de la familia de sangre. «Están todos en Colombia».
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Todos menos la pequeña Irene, nacida el 7 de agosto de una cesárea urgente practicada a su madre, Laura Duque. La joven de 37 años que el miércoles falleció en el Hospital de Cabueñes, víctima de la covid. «La cesárea se la hicieron ya para salvar a la niña y para entubarla a ella». Del paritorio, Laura se fue a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital gijonés, donde su estado se fue agravando hasta acabar con su vida.
«Laura era muy fuerte. Una luchadora. Jamás pensé que no saldría de la covid», asegura su viudo, que rememora su última cita con su mujer. «El martes por la noche estuve con ella. Le dije que estuviera tranquila, que todo iba a ir bien. Cada día le mostraba las fotos de nuestra hija, incluso tuvo una videollamada con su hermana». Pero, el miércoles «a las 10 de la mañana me llamaron del hospital. Laura había muerto».
Hugo Correa sigue sin creer «que ella no esté a mi lado», sobre todo porque llevaban juntos desde 2008, cuando ambos llegaron a España de su Colombia natal. Los dos, de Cali, localidad donde se conocieron de niños, «pero ambos hicimos nuestra vida». Él se casó y tuvo dos hijos. Ella hizo lo mismo. Fue en Gijón donde decidieron darse una oportunidad, que culminó con el embarazo. «Nuestros hijos son todos adultos y viven en Colombia. Irene fue el regalo», explica Hugo.
Sin red familiar
Tan regalo que por ella dejaron La Calzada, el barrio en el que vivieron desde su llegada a Gijón, para trasladarse a La Arena. «Encontramos un piso con calefacción central y pensamos que sería mucho mejor para la bebé».
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Una bebé querida y un embarazo «sin ningún problema». Laura «era fuerte, sana, una campeona, no tenía ninguna enfermedad», pero a finales de julio contrajo la covid.
Sin llegar a cumplir seis meses en su nueva residencia, ya sabe que «tendré que buscar otro piso, porque con mi sueldo no me da para pagar el alquiler». Albañil, soldador y especialista en trabajos verticales, el salario de Laura, dependienta de un bazar, era tan importante como el suyo para mantener a la familia. «He hablado con unos amigos, para buscar piso de alquiler en su bloque y, así, tendré quien cuide de la nena cuando yo vaya a trabajar».
Asegura que sigue en pie «por Irene», una bebé que nació «con solo 1,4 kilos», pero que «gana peso cada día. Ya me han dicho que cuando llegue a los dos kilos, me la podré llevar a casa». En ella estará «el altarcito que he hecho con las cenizas de Laura». Rodeado de fotos «para que Irene sepa que su mamá era una campeona».
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Fallece después de que los médicos salvaran al bebé
Laura Duque, de 37 años y embarazada de 31 semanas, fallecía el miércoles en el hospital de Cabueñes a consecuencia del coronavirus, después de permanecer once días en la unidad de cuidados intensivos. Su estado era tan grave en el momento del ingreso que ya hubo que intubarla y practicarle una cesárea de urgencia para proteger el feto de una infección respiratoria que los médicos califican de «muy severa».
Es la primera vez desde que comenzó la pandemia hace año y medio que una embarazada ingresa en la UCI de Cabueñes. Sí se registraron casos en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), pero tuvieron mejor desenlace. La mujer no logró superar el grave daño pulmonar que le provocó el coronavirus.
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El bebé permanece en la Unidad de Neonatos, donde «evoluciona muy bien», según fuentes del Servicio de Ginecología. Su madre había ingresado en el hospital de Cabueñes el 7 de agosto, con fallo respiratorio y neumonía bilateral compatible con covid-19. «Primero se la llevó a planta, pero estaba muy mal y enseguida necesitó ventilación mecánica. Para no comprometer la vida del bebé, dado el grave cuadro clínico que presentaba, se decidió practicarle una cesárea de urgencia», explican médicos del centro hospitalario, donde la paciente fue evaluada y atendida conjuntamente por los servicios de Ginecología, Medicina Interna y Cuidados Intensivos.
Esa decisión salvó la vida de Irene, de 1,6 kilos de peso, que «es una auténtica preciosidad» y que «se encuentra perfectamente». Su madre, sin patologías previas, no estaba vacunada frente al coronavirus. Algo que los profesionales sanitarios destacaban ayer para recordar que la Sociedad Española de Ginecología recomienda a las embarazadas vacunarse igual que el resto de la población. «No se vacunó porque tenía miedo por la 'bebita'», explica su marido, Hugo Correa.
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Cuenta que el embarazo había discurrido con normalidad y que Laura no presentaba ningún problema de salud hasta que el coronavirus le provocó una infección de la que no pudo recuperarse. Durante los once días que permaneció en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Cabueñes hubo momentos en los que su evolución fue favorable. Incluso se comunicó con su familia en Cali desde la UCI. Pero la covid no le dio tregua y la evolución de su daño pulmonar fue a peor, hasta que el miércoles fallecía.
«Pasa con algunos pacientes que mejoran con las primeras medidas. Pero la evolución, en este caso, fue muy mala», precisan desde la unidad de cuidados intensivos de Cabueñes, donde hicieron lo imposible para que Laura Duque se recuperara. Pero «el suyo fue un covid malo, que se torció», apuntan, por su parte, médicos del servicio de Ginecología, que la ayudaron a dar a luz en unas circunstancias tan complicadas.
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La muerte de Laura coincide con la de otra embarazada sevillana, que perdía la vida a consecuencia del coronavirus el pasado lunes, en el Hospital Virgen del Roció de la capital hispalense. Ella también dió a luz, antes de morir, a un bebé que evoluciona favorablemente. Los profesionales sanitarios del centro hospitalario gijonés insistían ayer en la importancia de vacunarse: «Las personas jóvenes y sin patologías no son inmunes al coronavirus, aunque no suelan sufrir tan gravemente sus consecuencias. La vacuna es la mejor forma que tenemos de combatirlo».
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