La Guardia Civil apunta a un ajuste de cuentas como móvil del crimen de Trevías
La autopsia confirma que Rubén de la Calle falleció estrangulado. El acusado del asesinato está detenido a la espera de declarar ante el juez
J .M. PUGA / Á. RODRÍGUEZ
TREVÍAS (VALDÉS).
Lunes, 27 de febrero 2023, 01:59
Las primeras pesquisas del asesinato que, en la mañana del sábado, conmocionó a los vecinos de Trevías apuntan a un ajuste de cuentas por droga como posible móvil por el que perdió la vida Rubén de la Calle Moratinos. La autopsia confirmó ayer que su muerte se produjo por asfixia. Tenía 28 años y llevaba un año viviendo de alquiler con su padre en la pequeña aldea valdesana de Balsera. Su progenitor conocía la zona porque había nacido en Luarca, aunque pasó buena parte de su vida en Madrid y Guadalajara.
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El presunto homicida, un madrileño que llevaba un año viviendo en Trevías, fue detenido y está acusado de un delito de homicidio. Permanece a la espera de pasar a disposición judicial, lo que ocurrirá una vez que concluya la instrucción policial, siempre dentro de un plazo que no puede superar las 72 horas desde el momento de la detención.
Los hechos ocurrieron en el domicilio del supuesto agresor. El cadáver fue encontrado por efectivos de la Guardia Civil y de la Científica a primera hora de la mañana en la vivienda, ubicada en el número 33 de la calle de Eladio Rico García, en plena travesía de la N-634. Fue el presunto homicida, Andrés, quien llamó a la Guardia Civil para avisar de que había matado a un hombre. Esto ocurrió en torno a las ocho y cuarto de la mañana.
Los vecinos confirmaron que escucharon mucho ruido en la vivienda a partir de las siete de la madrugada. «Se oyó jaleo como de pelea, de golpes en muebles y de discusión», relataba Andrés Crespo, que vive en piso contiguo. «No me extrañó porque ese piso estaba en obras y era habitual que trabajaran los sábados», relató Montse González, al frente del local comercial que ocupa el bajo del edificio.
Una primera inspección ocular del lugar de los hechos ya sirvió a los forenses para señalar el estrangulamiento como causa más probable de la muerte de Rubén de la Calle Moratinos. Esto se debe a que el cuerpo de la víctima que yacía en una estancia de la vivienda no tenía sangre a primera vista. En la escena del crimen apareció, entre otras cosas, una daga.
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Sí presentaba numerosos golpes y restos de sangre el agresor, que bajó a la calle sin camiseta tras producirse los hechos. Lo hizo durante unos pocos minutos, hasta que se personaron los guardias civiles en el portal de su vivienda. En torno a las 11 de la mañana, le custodiaron hasta el Hospital de Jarrio, donde le dieron más de 50 puntos en la cabeza. Más tarde lo trasladaron al Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, por el traumatismo que, confirmaron fuentes a este periódico, «era importante». Tanto en Jarrio como de camino a Oviedo estuvo custodiado por agentes de la Guardia Civil de Occidente. En concreto, hasta el HUCA fueron guardias de Tapia y Vegadeo.
El agresor llevaba viviendo en Trevías un año, aproximadamente, y acababa de empezar a trabajar como taxista en Luarca. La Guardia Civil le tenía identificado por un episodio de desorden público. El fallecido contaba con un amplio historial delictivo: estaba siendo buscado por la Benemérita desde la noche del jueves, tras haberse dado a la fuga de un control rutinario del que huyó cruzando el río Esva y adentrándose en el monte. También estaba fichado por la Policía Nacional por asuntos relacionados con drogas. Le conocían como 'el Guadaña' en el pueblo por un incidente ocurrido en 2009 en El Casar (Guadalajara) por el que su padre, apodado 'el Canario', ingresó en prisión como autor de un delito de homicidio por la muerte de un hombre, miembro del clan conocido como 'los Gitanos', tras golpearle en la cabeza.
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