«Todo son vueltas cuando quieres fijar población y crear riqueza en la zona rural»

Emprender en el sector agroalimentario requiere de altas dosis de paciencia y determinación. Por el proceso está pasando el joven pastor Nel Cañedo, que tras dos años de trámites comienza a ver avances en su futura quesería. Estará ubicada en la majada de Soñín y al Ayuntamiento de Onís han llegado ya los permisos. «Esto es un punto de partida, no un éxito. No hice más que empezar», asume Cañedo. Por el momento, sus planes van encaminados a profesionalizar la actividad, si bien más adelante su intención pasa por solicitar la incorporación a la DOP Gamonéu, dentro de la variedad del puerto. Actualmente, solo cuatro queseros elaboran Gamonéu en las zonas altas de los Picos, por lo que la suya es también una apuesta por mantener la tradición.

Cañedo, de 32 años, se muestra «animado» con la aventura, que requerirá en primer lugar de una ampliación de la cabaña para hacer una microquesería de quince metros cuadrados, con sala de elaboración y ahumadero, «aprovechando el baño existente y la propia estructura». Esa obra confía en realizarla esta primavera, para pasar a continuación las inspecciones sanitarias. Este gijonés licenciado en Historia llegó al concejo de Onís en el año 2013 como alumno de la Escuela de Pastores. Fue discípulo de Cándido Asprón y con él adquirió todos los conocimientos necesarios para elaborar el mejor queso del puerto. Más tarde tuvo que aprender por su cuenta el manejo del ganado, aunque siempre encontró gran apoyo en esa familia. Su experiencia elaborando queso se remonta tiempo atrás, pero hasta la fecha está realizando «poca cantidad». «Veo que sale bien y que es necesario profesionalizarlo para hacer más», explica el joven. Además de su proyecto laboral, en Onís ha formado su propia familia junto a Coral Asprón, con quien ha tenido su primera hija, Candela, de seis meses.

Iniciativas como la de Nel Cañedo son bienvenidas en el Consejo Regulador. Si bien por el momento no han recibido ninguna solicitud formal de nuevas incorporaciones, sí existe constancia de más elaboradores que quieren adherirse, principalmente a la variedad del valle. «Es importante que la gente intente tirar para adelante. Es complicado porque la burocracia come a uno y estas cosas desaniman, por eso hay que tener las cosas claras», explica la presidenta, Belén Bulnes. En el mismo punto coincide Nel Cañedo: «Al final uno se enfada y se indigna porque todo son vueltas y vueltas, cuando lo único que quiero es trabajar con cobertura legal y contribuir a crear riqueza en la zona rural y fijar población».