El HUCA, en cifras: 7 millones de consultas y 273.000 cirugías

Hoy, 14 de junio, el gran hospital de Asturias cumple una década. Tardó en ejecutarse casi tantos años como los que han transcurrido desde su inauguración. Hubo retrasos, sobrecostes y muchas críticas. Pero el proyecto, empeño del expresidente autonómico Vicente Álvarez Areces, ya fallecido, «mereció la pena», según convienen profesionales sanitarios y pacientes, que con el paso del tiempo han hecho suyo este «éxito» colectivo, santo y seña de la sanidad pública asturiana.

Actualmente, el HUCA presta atención médica, desde Oviedo, a los municipios del área central, agrupados en lo que se conoce como área sanitaria IV, que concentra el 40% de la población de Asturias. Cuatrocientos mil pacientes directos a los que se suma toda la comunidad cuando surgen problemas de salud que requieren una intervención más compleja, ya sea en Castropol, Pola de Lena, Llanes o incluso Gijón y Avilés, que cuentan con hospital universitario propio. Se calcula, en función de una actividad media diaria que sólo se ha visto trastocada durante los momentos más duros de la pandemia del coronavirus, que el HUCA ha atendido desde su entrada en servicio más de 383.000 ingresos, 7,6 millones de consultas, 17.520 partos –EL COMERCIO recordaba hace unos días el primero de ellos, el de Noa Ramírez Casado– en torno a 273.000 cirugías y 1,7 millones de urgencias.

Estas cifras no son baladí. Ayudan a entender la gran presión asistencial que una comunidad tan envejecida como Asturias ejerce sobre su sistema sanitario, que tiene en el HUCA uno de sus principales bastiones. Sólo el hospital de día oncológico administra 264 tratamientos diarios. Y el hospital de día médico, 108. Más datos: en el HUCA se hacen cada día 238 tomografías computarizadas (TC), 88 resonancias, 201 ecografías, 81 mamografías, 38 colonoscopias y 32 gastroscopias. Es, sin duda, el dispositivo sanitario de la red autonómica con mayor capacidad para realizar pruebas diagnósticas.

Desde la Consejería de Salud se pone el foco, además, en la actividad del equipo de trasplantes, porque su trabajo también distingue al HUCA, que suele registrar el mayor número de donaciones en muerte encefálica del país. El año pasado se practicaron 121 trasplantes en Asturias. Y en los primeros cuatro meses de 2024 ya se llevaron a cabo 74: 17 de riñón, 22 de córneas, 28 de médula ósea, 7 hepáticos y 2 de corazón. Todo apunta, por tanto, a que se superará el número de injertos del ejercicio anterior, ya de por sí muy elevado para una comunidad uniprovincial como ésta.

Para poder asumir todo este volumen de actividad asistencial, el Hospital Central de Asturias se ha ido armando durante estos diez años de la última tecnología médica. Aunque las autoridades sanitarias de la región insisten en que «lo más importante en Medicina son los profesionales», las nuevas máquinas han permitido ir avanzando, sobre todo, en el trabajo de quirófano y la detección precoz de enfermedades.

El Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología (Inveat), promovido por el Ministerio de Sanidad con cargo a los fondos europeos Next Generation, ha favorecido esta renovación y ampliación del equipamiento hospitalario de la región. El HUCA, concretamente, cuenta a día de hoy con cinco equipos de resonancia magnética; cinco tomógrafos computarizados y dos PET (tomografía de emisión de positrones); cuatro aceleradores lineales; tres aparatos de hemodinámica y otros dos de electrofisiología; cuatro angiógrafos; una gammacámara; dos equipos de braquiterapia; un robot 'Da Vinci Xi'; y un quirófano híbrido o, lo que es lo mismo, una sala quirúrgica equipada con sistemas avanzados de radiodiagnóstico). Y estos son sólo algunos de los recursos tecnológicos que han permitido al HUCA dar un estirón en estos diez años de crecimiento.