Indignación tras once horas de espera en el aeropuerto

«Esto ha sido una auténtica tomadura de pelo y la gente está indignada», asegura el diseñador avilesino Cándido Coto. Él fue uno de los más de 120 pasajeros del vuelo 3584 de la compañía Volotea con destino Alicante que se vieron obligados a esperar casi once horas en el aeropuerto de Asturias. El vuelo tenía prevista su salida a las 11.20 horas de la mañana.

La compañía suspendió el despegue tras detectar un fallo mecánico cuando el pasaje llevaba ya media en el interior del avión. «Nos dijeron que faltaban un tornillo y tuercas en un ala, pero aquí nadie se lo cree», afirma Coto.

Tras desembarcar, se comunicó que «vendría otro avión en un par de horas desde Burdeos, porque era el más próximo al aeropuerto de Asturias», explica María Muñiz, otra de las pasajeras. Sin embargo, las horas fueron pasando sin que el nuevo aparato llegase y la indignación por la falta de información fue aumentado. «Nosotros vamos a un bautizo a Murcia, nos planteamos hasta coger un coche para llegar a tiempo», comentaba María Muñiz. Se vivieron incluso momentos de crispación y más de uno perdió los nervios. «Algunos insultaron a las trabajadoras de Volotea que no tenían culpa ninguna», indicó Coto.

A las tres de la tarde, un autobús trasladó a parte del pasaje a Avilés para comer, otros se quedaron en el aeropuerto. Entre los afectados, muchas personas mayores y al menos cuatro familias con niños pequeños. «Había un señor enfermo que tuvo que ser trasladado. Una señora mayor en silla de ruedas no pudo subir al autobús y tuvo que quedarse», explicó Muñiz.

Después llegó una tensa tarde de reclamaciones y de tensa espera, indicó Coto, «nos dijeron que saldríamos en un avión proveniente de Sevilla a las 21.20, al final fue a las 22 horas». Esta persona ya ha sufrido «más de un percance con Volotea» y afirma que «no responden a las reclamaciones por lo que hay que acudir al juzgado de lo mercantil, que es lo hago yo», recomienda.