La izquierda rechaza las exigencias fiscales de Foro para aprobar la oficialidad del asturiano

Fuentes conocedoras del encuentro afirman que ninguno de los tres partidos parece dispuesto, de mano, a aceptar las propuestas fiscales que plantea Foro. Principalmente hacen referencia a dos: la eliminación de facto del impuesto de sucesiones y donaciones -se elevaría el límite exento de tributación hasta el millón de euros- y la rebaja de medio punto porcentual de los cuatro primeros tramos autonómicos del IRPF.

Pero los matices son importes. Los hay que fijaron esta postura como línea roja inamovible, y los hay que no. En cualquiera de los casos, para sumar un voto a los 26, y llegar a la mayoría reforzada, se tienen que tener antes los 26. Lo que se empieza a vislumbrar en este bloque no es nada que no haya desarrollado ya en alguno de los modelos de la Teoría de Juegos de John Nash, y a los que tanto se acude para explicar una negociación política. De mano, ninguno de los cuatro jugadores -y aquí entraría también Foro- obtendría ninguna recompensa modificando su estrategia mientras no haya ningún otro cambio en las posiciones del resto de jugadores.

En lo que sí parecen coincidir es en la necesidad de sentarse todos en la misma mesa, si es posible esta semana. Podemos ya había lanzado esta idea días atrás y ayer se dio el visto bueno. No se cerró el formato, ni la fecha, pero la intención es citar al portavoz parlamentario de Foro, Adrián Pumares, para trasladarse los dos cosas: que la fiscalidad no se toca, y en qué lugar se queda la negociación. Todo esto siempre que, volviendo a la Teoría de Juegos, uno de los jugadores no rompa antes la baraja.

Aún en el escenario más optimista para la izquierda, ese en el que Foro renunciase a las medidas fiscales, el calendario que planteaban Podemos e IU como único posible tiene pocos visos de prosperar. Sendas formaciones planteaban que solo registrando el proyecto de ley en la Junta antes de la primera semana de diciembre se estaría a tiempo para darle salida antes de que acabe el periodo de sesiones en junio, y mandarlo al Congreso para que reciba luz verde en esta legislatura.

Por un lado Podemos siempre ha dicho que las decisiones las tomará el Consejo Ciudadano. Aunque no gustan las medidas fiscales, las mismas fuentes, aseguran que no fueron tan taxativos refiriéndose a ellas como línea roja. Se remitieron a lo que después se acordase en sus órganos decisorios, a lo que ese añade el proceso de primarias que inician el 22 de noviembre. Por otro lado, si Foro se aveniese a ceder en sus pretensiones, también analizaría cualquier texto con su directiva. Y, entre tanto, el PSOE celebrará su Congreso regional el 17 de diciembre. En su ponencia marco se votará el modelo de asturiano que proponen.

En el escenario menos optimista la negociación dormitará hasta que se aprueben los presupuestos para 2022. Porque, más allá de lo fiscal, hay otras propuestas en las hay discrepancias. Salvables, aseguran todas las partes. Principalmente, los tres quintos para la aprobación de la ley posterior sobre el asturiano, y la inclusión de los decretos ley.