Fuentes de El Villar abre con tres años de retraso y a un tercio de su capacidad

El primer geriátrico público de Castrillón abre sus puertas con más de tres años de retraso y a un tercio de su capacidad. A primeras horas de la mañana de ayer, día de la inauguración, la única residente era Covadonga Ortiz, vecina de Piedras Blancas, si bien está previsto que a lo largo de los próximos días y semanas la ocupación vaya aumentando hasta llegar a cuarenta residentes, el cupo establecido en la primera fase de la entrada en servicio. Son 120 plazas y no hay fecha para ocupar las ochenta restantes.

La Consejera de Bienestar Social, Graciela Blanco, descarga responsabilidades en el Gobierno central, que, asegura, impide a Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), el organismo público encargado de la gestión, «realizar más contrataciones». De momento el centro residencial para personas mayores Fuentes de El Villar arranca con veinte trabajadores (dieciséis auxiliares de enfermería, dos ATS, una trabajadora social y la directora, Carmen Sella) más el personal auxiliar que atiende los servicios de conserjería, cafetería, rehabilitación, lavandería o cocina, entre otros

Covadonga Ortiz, la primera residente del centro, estaba feliz y su hija, Inmaculada Cuervo, también. «Yo vivo en Piedras Blancas y mi madre estaba en el centro de personas mayores de El Portal, en Villaviciosa. Ahora podré atenderla mucho mejor», exclamó.

El centro se erige a las puertas de Piedras Blancas, sobre la parcela que ocupaba el antiguo palacio Fuentes de Villar, pasto de las llamas en 2001, cuando el Ayuntamiento y el propietario negociaban el expediente de cesión. Con cuatro plantas y 63 habitaciones (57 dobles y seis individuales), también dispone de centro de día, para treinta personas. En este caso, la consejera anunció que abrirá a mediados de abril

Adjudicadas en 4,9 millones de euros (un 40% menos que el precio de licitación, 8 millones) y dieciocho meses de plazo de ejecución, las obras comenzaron en agosto de 2010 y se paralizaron a finales de 2011, cuando ya se había ejecutado un 90% del proyecto, a raíz de una serie de diferencias entre la constructora, Acciona, y el promotor, el Principado, relativas a un talud. El conflicto acabó dirimiéndose en los tribunales, la sentencia fue favorable al Gobierno regional y las obras se reanudaron a mediados de 2013.

El segundo escollo fue el equipamiento resuelto, con el correspondiente retraso, gracias a una partida próxima al millón de euros incluida en el presupuesto regional acordado entre PSOE y PP. Tras sucesivos aplazamientos, el centro abrió ayer, aunque sea a un tercio de su capacidad.

La factura supera los seis millones y en cuanto a precios, dependen del nivel de renta del residente y de su grado de dependencia. El máximo es de 1.292 euros mensuales y el mínimo, el 75% de la pensión. La solicitud ha de presentarse en los servicios sociales municipales.