Los alumnos de dos cursos del instituto de Corvera llevan mes y medio sin profesor

Históricamente, la ausencia puntual de un profesor ha sido motivo de regocijo para generaciones enteras de estudiantes. Sin embargo, después de mes y medio en esa situación, el desconcierto, el enfado y la preocupación se han adueñado de los veinticuatro alumnos de dos cursos del instituto de secundaria Corvera de Asturias, que observan con desesperación la llegada de la primera evaluación del curso sin que la plaza haya sido todavía adjudicada por el Principado a ningún docente.

Los afectados son una docena de alumnos de cuarto curso de Aplicadas, que no reciben lecciones de Lengua Castellana y Geografía e Historia, y otros doce de tercero del Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento (PMAR). El escenario es especialmente grave para estos últimos, pues se trata de jóvenes con dificultades para seguir las lecciones habituales, por lo que se integran en un ciclo docente especialmente diseñado. En su caso, el profesor ausente debería impartir la asignatura Ámbito Sociolingüístico.

Semejante demora no se había producido nunca antes, y exaspera tanto al cuerpo directivo y educativo del centro, como a los jóvenes y a sus familias. No en vano, la plaza en cuestión está contemplada en el organigrama del instituto; una dinámica similar se dio en el caso de las asignaturas Ciencias y Matemáticas, aunque, en su caso, pudo ser subsanada asignando a otros dos profesores cada una de esas materias, además de sus responsabilidades habituales.

La propia dirección ha elevado el caso a la Consejería de Educación, aportando toda la documentación pertinente, y ha informado a los padres de que, por el momento, no se ha obtenido resultado alguno. Y precisamente ese silencio es el que crispa más los ánimos, pues el fin de la primera evaluación tendrá lugar en diciembre, sin que los estudiantes hayan recibido algunas de las materias más importantes del programa. Tanto es así, que ya se extiende el temor a que esos jóvenes no lleguen a titular en tiempo y forma, al no haber recibido los conocimientos necesarios.

Paralelamente a semejante tesitura, sigue sin resolverse el problema de los dos grupos, uno de segundo de Secundaria y otro de primero de Bachillerato, que no reciben clases de inglés desde el inicio del curso, mientras el Principado resuelve un trámite administrativo con su profesora, que compagina la labor docente con un cargo público municipal.