Otra empresa acabará la rehabilitación de la capilla del cementerio de Trasona

Una nueva etapa ha comenzado para la capilla de Nuestra Señora del Carmen, que se erige en pleno centro del cementerio de Trasona. Y no porque su esperada rehabilitación haya concluido, sino porque, al fin, el Arzobispado de Oviedo ha puesto solución al estado de abandono en que los trabajos se encontraban desde hace meses. Y lo ha hecho optando por una fórmula directa: reemplazar a la empresa Construcciones y Contratas Mafer, adjudicataria inicial del contrato, por el grupo Elecnor.

Con los andamios rodeando de nuevo la histórica estructura, y todo listo para que la actividad de las brigadas de trabajo vuelva al lugar, la estampa actual dista mucho de la que hasta hace pocos días, lucía la construcción. A principios de este año Mafer suspendió las labores, dando comienzo a una pugna con el Arzobispado. Y, aunque las razones de esa tensión no han trascendido de manera oficial, fuentes cercanas a la institución eclesiástica apuntan a un sobrecoste inesperado.

Eso es lo que ha motivado la sustitución de la compañía avilesina por Elecnor, uno de los nombres de referencia en el mercado nacional de la construcción. Por delante tiene ahora un plazo de tres meses para zanjar la obra, una tarea que tratará de llevarse a cabo aprovechando, en la medida de lo posible, lo avanzado por su antecesora. No obstante, en el Arzobispado no descartan posibles demoras, motivadas por las dificultades para conseguir determinados materiales, y por la amenaza de nuevas huelgas en julio en el sector del transporte por carretera.

Nada de todo eso afecta por el momento a Elecnor, centrada en ultimar los detalles de una actuación que esperan iniciar en los próximos quince días. En ella pondrán toda su experiencia en el sector, que ha tenido entre sus últimas manifestaciones la completa rehabilitación de la iglesia de Arlós, ubicada en Llanera. Y será David López, veterano del grupo, quien estará al frente del equipo de trabajo, compuesto por entre tres y seis profesionales.

«Nuestra prioridad ahora es acabar la cúpula, tanto por dentro como por fuera», explica López. No será una tarea sencilla, pues el revestimiento exterior, compuesto por tejas de cinc, requiere de una intervención enormemente especializada. Eso descarta el uso de cualquier clase de maquinaria, ya que «estamos hablando de un trabajo fino, casi artesanal, recurriendo a especialistas en cada materia».

Así, la estructura de la cúpula tendrá que ser izada para, una vez en suspenso, poder acceder a sus faldones inferiores y al espacio ocupado por las láminas de cinc. A continuación, y aún con la pieza elevada, se forrará su interior con cartón-yeso, antes de intervenir en el edificio propiamente. Esa será, empero, la fase más sencilla, pues se centrará en restaurar volúmenes y en reemplazar el adoquinado.

Por su parte, el párroco de Trasona, Constantino Bada, aguarda la conclusión para «organizar una inauguración por todo lo alto».

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