Un empresario gijonés reabre las piscinas de Trasona dos años después de su cierre
El equipamiento fue clausurado en marzo de 2020, después de que la asociación a la que pertenece pasase a manos de una gestora
BORJA PINO
TRASONA.
Lunes, 27 de junio 2022, 02:48
Para las piscinas de Trasona, el verano de 2022 ha traído el fin de su ya enquistada situación de clausura y abandono. Dos años después de que el club Centro Cultural Recreativo pasase a manos de una gestora, forzando el cierre del complejo, el empresario gijonés Hugo Menéndez Bella ha acudido a su rescate, y ha rehabilitado un espacio que, desde el pasado lunes, vuelve a estar operativo.
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Fue a principios de año, en enero, cuando Menéndez, que regenta varios centros dedicados a la enseñanza del buceo, dio un paso al frente y asumió la gestión de las piscinas. «Me interesaba que no se cerraran definitivamente, para poder hacer cursos y formaciones», admite. Además, existe un cierto componente sentimental, pues el equipamiento «lleva funcionando desde 1962, y habría sido una pena que algo con tanta historia se perdiese».
Por eso, en los últimos meses Menéndez ha invertido dinero, tiempo y esfuerzo en poner a punto las piscinas para esta temporada. «Cuando llegué, parecía una jungla. Había maleza por todas partes, basura dentro de los vasos, vegetación descompuesta... Nadie miró para ella en estos años, y daba pena verla». Finalizada la rehabilitación, y con todos los permisos necesarios en regla, su intención es retomar los cursillos de natación, implementar los de buceo y primeros auxilios, y darle un enfoque más deportivo. También rescatará las actividades para los niños.
No obstante, la pelota está ahora en el tejado de los casi setenta socios del club; de su voluntad de acudir a las piscinas depende que esta aventura llegue a buen puerto, o se quede en un conato de este verano. «Ahora mismo estoy intentando que vuelva a funcionar, para que haya algo de fondo económico, y poder hacer mejoras. Porque, al llegar, ese fondo era de 200 euros, pero, de momento, parece que lo vamos a conseguir», reconoce. Pero, por encima de todo, su voluntad última es «volver a alegrar esto, y que la gente se mueva. En Trasona se perdió mucho; poco a poco, iremos haciendo más cositas».
Así las cosas, parece haberse zanjado esa etapa negra de la historia de las piscinas, que comenzó en marzo de 2020. Entonces, la dimisión de su presidenta y la imposibilidad de elegir a una nueva directiva llevaron al club a manos de una junta gestora, y al borde del cierre definitivo.
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