Fallece María Antonia Morenés, dueña del palacio de Peñalver y gran benefactora de Trasona

Serena, discreta, con el saber estar que durante toda su larga vida elogiaron quienes la conocieron... Así fue como, en la noche del sábado al domingo pasados, falleció en Madrid, a la venerable edad de 91 años, María Antonia Morenés Areces, copropietaria, junto con sus sobrinos, del palacio de los Rodríguez de León de Trasona. Con su pérdida se extingue una de las últimas representantes de la familia de los condes de Peñalver, así como la que fuera gran benefactora del lugar.

«Fue muy querida en el pueblo; una de esas terratenientes que, sin embargo, se vuelcan con la gente», asegura Constantino Bada, párroco de Trasona y, a la sazón, pariente lejano de la difunta. Será él quien el próximo lunes depositará sus cenizas a los pies de la Virgen del Carmen, y quien al día siguiente oficie el último adiós, antes de que Morenés pase a ocupar su lugar en el panteón de la familia Peñalver, en el cementerio del lugar.

El destino ha querido que 'la condesa', como cariñosamente se referían a ella los corveranos, pese a no ostentar título alguno, feneciese en la misma ciudad en la que nació un lejano día de 1930, en una España turbulenta, marcada por la decadencia de la monarquía de Alfonso XIII, y encaminada hacia la Segunda República y el abismo de la Guerra Civil. Y, como tales acontecimientos, la de Morenés fue igualmente una vida para la historia.

Hija de los marqueses de Argüeso, lo que también le valió en la parroquia el apodo de 'la marquesa', su madre fue María del Socorro Areces Méndez de Vigo, a la que solían referirse como 'Cocolín'. Fue a los padres de esta última, Luis Areces y Sotojove y María Antonia Méndez de Vigo de Areces, a los que Nicolás de Peñalver y Zamora, conde de Peñalver convirtió en ahijados antes de morir en 1916. Y por ello, al fallecer sus antecesores, se hizo con al propiedad del 50% del palacio.

«Fue una adelantada a su tiempo, una mujer súper feminista», recuerda su sobrino Miguel Morenés Sanchiz. Porque la de su tía fue una existencia que no se limitó a los bailes de salón, a las recepciones en las mejores casas de Europa o a los viajes de placer. En el haber de Morenés figuraron logros indiscutibles, como el haber sido, con tan solo 26 años, la primera mujer que se alzó ganadora del Campeonato del Mundo de Tiro de Pichón.

Aquel fue un éxito del que se hizo eco la prensa de la época, incluido el diario ABC, que dedicó su portada a exhibir la exultante faz de la triunfadora. «Resultó todo un logro; hay que tener en cuenta que el tiro de pichón era un deporte que ahora puede parecernos extraño, pero que en aquellos años tenía muy buena prensa entre las clases altas», concreta Bada.

Pero la avanzada mentalidad de Morenés no solo se reflejó en el terreno deportivo. En fecha tan temprana como 1952, y tras muchos esfuerzos, 'la condesa' se convirtió en la primera administradora de fincas de España. Una demostración más de la capacidad y determinación que caracterizaron su existencia, y que trasladó a Trasona, la tierra de la que, pese a sus orígenes madrileños, siempre se sintió parte.

«Aportó todo lo que pudo: terrenos para la celebración de fiestas, el campo de fútbol que lleva su nombre...», acota con orgullo Miguel Morenés. Una afirmación refrendada por Bada, pues «su economía, a veces, no estaba muy bien, pero aun así seguía dando». Por ello, el párroco le proporcionará el martes el solemne entierro que se merecía. «Falleció sin llegar a cumplir su deseo de conocerme, y sin que pudiese darle la cruz que le traje de Tierra Santa. Es lo mínimo que le puedo dar».