El fuego reta a la lluvia en San Juan

No siempre la fortuna sonríe a los audaces, pese a lo que el conocido dicho asegura. Y así quedó demostrado ayer, en el ansiado retorno de la fiesta de San Juan a Trasona tras dos años suspendida. La incesante lluvia, casi siempre ligera e intermitente en ocasiones, aunque aderezada con varias trombas, mermó considerablemente el número de personas que asistieron a los actos, aunque no impidió que hubiera público con ganas de recuperar los festejos presenciase el esperado encendido de la hoguera a medianoche.

Durante la tarde apenas fue posible contar medio centenar de valientes en el área recreativa de Overo, núcleo de las actividades vespertinas. Los bares de la zona se convirtieron en refugio impuesto, y la lluvia, nunca mejor dicho, aguó la chocolatada prevista. Ahora bien, la intensidad de la celebración comenzó a dispararse a las diez, con el encendido de la 'foguerina', dedicada a la covid. Y más aún en los minutos finales del día, cuando estaba previsto que la hoguera principal, sita junto al Palacio, comenzase a arder. En ese punto el público ya se contaba por centenares, y así aguantó para disfrutar de la programación prevista con los conciertos de Dixebra y de la orquesta Dominó.

Pero si hubo algo con lo que la lluvia no pudo, eso fue el Concursu d'Enrame de Fontes. Y el primer premio de esta vigésimo novena edición, determinado por el jurado tras una larga tarde de deliberación, fue para la fuente de la aldea de Moriana, situada en la parroquia de Cancienes, y que recreó un antiguo lavadero de finales del siglo XIX, lo que le valió los 150 euros adscritos a semejante galardón.

En segundo lugar, aunque no por ello menos meritorio, y recompensado con cien euros, quedó el diseño propuesto por los vecinos de Villa, de temática similar. Por su parte, el tercer premio, acompañado de sesenta euros, fue a parar a la parroquia de Molleda. La entrega oficial de dichos reconocimientos se hará el próximo día 11 de septiembre.

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