Villaviciosa recuerda la hazaña de Pedro Pidal en el Pico Urriellu

Más de un siglo ha pasado desde que Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa, y Gregorio Pérez, 'El Cainejo', escalasen por primera vez el Pico Urriellu, conocido también como Naranjo de Bulnes. Su falta de técnica en la escalada y su desconocimiento sobre cómo rapelar convirtieron esa hazaña en un «hecho histórico» que, a día de hoy, pocos son capaces de explicar. Es normal, por tanto, que al llegar a la cima no pudieran evitar emitir un gran 'hurra', como recordó ayer el alpinista Pepe García en una charla que impartió en la Casa de los Hevia, en Villaviciosa. El recorrido realizado por Pidal y Pérez se convirtió con el paso de los años en un vía fija de escalada, que fue estudiada en varias ocasiones y protagonista de diversas publicaciones. «Descartaron la cara sur porque les parecía inaccesible, aunque en el Naranjo no hay nada fácil», afirmó García.

«El Marqués de Villaviciosa fue un personaje realmente fuera de lo común. Empezó a amar Picos de Europa, yo creo, por su pasión por la caza», explicó el especialista. Su devoción por la montaña lo llevó, no solo a ser enterrado en uno de los picos, sino a promover la Ley de Parques Nacionales, que «lanzó, defendió y luchó por ella» y que en 2018 cumple cien años.