Un millar de mujeres rurales reivindican en Avilés su papel «clave» para mantener la agricultura y los pueblos

En este marco, el presidente del Principado, Adrián Barbón, encargado de clausurar la inauguración de la jornada, se comprometió a aprobar en esta legislatura el Estatuto de la Mujer Rural para, entre otras cuestiones, fomentar la titularidad compartida de las explotaciones, el empleo y el emprendimiento femenino. Además, recordó que este año se ampliarán las ayudas del plan Incorpórate al Agro, que prioriza los proyectos impulsados por mujeres con el fin de favorecer la plena igualdad de oportunidades, y puso en valor la nueva red autonómica de escuelas infantiles como medida estrella para garantizar la conciliación y la fijación de población en el medio rural. Barbón agradeció la labor de Fademur y garantizó que «el futuro de Asturias será feminista. No hay otra opción».

El líder socialista cerraba una larga lista de intervenciones que comenzaron con el saludo institucional por parte de Javier Nievas Andrés, responsable de Medio Rural y Agroalimentación de Caja Rural de Asturias, quien situó a la mujer como «pilar fundamental del tejido social» y abogó por un medio rural «vivo, inclusivo y sostenible». Mariví Monteserín, alcaldesa de Avilés, celebró los logros alcanzados en los últimos años aunque asumió que aún existen «dificultades» por la existencia de «estereotipos de género» y abogó por políticas de igualdad como la red autonómica de escuelas de cero a tres años que se está implantando en Asturias para seguir avanzando.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, también reivindicó el papel de la mujer como «pilar fundamental» para mantener la agricultura y los pueblos y aprovechó el escenario para hacer una defensa de la Agenda 2030, «que sólo la critican cuatro locos que no saben qué decir». Aina Calvo Sastre, secretaria de Estado de Igualdad y contra la violencia de género, situó a las mujeres rurales como ejemplo a seguir y destacó su capacidad para transformar el entorno, prometiendo un ambicioso plan de conciliación financiado por el Gobierno de España y felicitando a Barbón por el proyecto de Les Escuelines. La secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García Bernal, reconoció que se trata de un sector aún «muy machista» pero también «lleno de oportunidades y muy necesitado de nuestra mirada, nuestro liderazgo y nuestro mimo». En su discurso incidió en la importancia de que la mujer asuma cada vez más cargos de poder, para lo que «necesitamos caminar de la mano» y apostar por políticas públicas feministas, como la red asturiana de cero a tres años.

Por su parte, Teresa López López, presidenta de Fademur, habló de los logros alcanzados en los últimos veinte años para garantizar los derechos individualizados de la mujer del campo, tales como la Ley de titularidad compartida de las explotaciones, el logro de la primera PAC que impulsa a las mujeres o los Estatutos de las Mujeres Rurales conseguidos en algunas comunidades autónomas. No obstante, también quiso poner el foco en los retos pendientes, como la mejora de los protocolos de intervención ante casos de violencia de género en el mundo rural para que los pueblos no se conviertan en «lugares de impunidad para el asesino» y por lo tanto en espacios «hostiles para las mujeres».