Las muertes por covid en geriátricos caen un 89%

Se sintieron señalados. Se blindaron antes que nadie y su confinamiento ha sido más largo que el del resto de la población. Algunos de sus usuarios no han salido aún a la calle desde marzo pasado. Sin embargo, los centros residenciales para mayores asturianos, tanto públicos como privados, han demostrado su capacidad para enfrentarse a la covid y salir de ella. En esta tercera ola, los geriátricos de la región han registrado un 84% menos de casos y la letalidad ha caído un 89%.

Así lo indica el último informe del Observatorio de la Salud que dirige Mario Margolles. Parte de los datos los había avanzado ya el miércoles el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, que resaltó que en esta tercera ola «fallecen más personas en sus domicilios que en residencias».

Una conclusión que sale tras realizar un estudio nacido por la necesidad de despenalizar a un sector clave en los servicios sociales. Confirma el informe que «una de las primeras asociaciones realizadas con los fallecimientos sucede con las residencias de personas mayores y de discapacidad, especialmente en las primeras. Por ello, hemos decidido analizar cuántas y qué personas fallecen y hacer un análisis comparativo con el resto de personas fallecidas con coronavirus».

Y con datos analizados hasta el pasado día 18, el Observatorio de la Salud certifica que en Asturias han fallecido por la covid 1.681 personas. De ellas, el 51,9%, vivían en un centro para mayores. O, lo que es lo mismo, la pandemia se ha cobrado la vida de 873 residentes.

Por edades, la pandemia ha causado más estragos entre los residentes mayores de 90 años, con 384 fallecidos, de los que la mayoría, 284, eran mujeres. En el grupo de edad le siguen las personas entre 80 y 89 años, con un total de 362 decesos. También en ese grupo la mayoría eran mujeres: 217. La única franja de edad en la que las muertes entre residentes de geriátricos estuvieron protagonizadas por hombres fue la de entre 60 y 69 años. De los 28 fallecidos, 20 eran hombres.

Sin embargo, «la letalidad en la primera ola en los centros geriátricos fue del 34%, mientras que en la segunda descendió a la mitad. En esta tercera se ha reducido aún más: al 3,8%». Es decir, continúa el informe, «en la tercera ola respecto a primera la letalidad se ha reducido en un 89%». No obstante, los autores precisan que el número de casos de esta tercera ola «es pequeño por lo que hay que ser cautos con los resultados».

Un descenso similar lo protagoniza el número de casos de contagios. «En la primera ola la proporción fue del 32%. En la segunda, se ha logrado reducir esa proporción al 12%», objetivo logrado, explica el documento, «debido a las medidas de control de la infección. Unas medidas que se han tenido especiales resultados en esta tercera ola de la pandemia: «Solo son el 5% del total de casos. Es decir se ha logrado reducir el número de casos en residencias respecto a la primera ola en un 84%».

Lo que también deja claro el análisis es que, a diferencia de entre otros sectores profesionales, «no ha habido fallecimientos en personas trabajadoras en residencias». Respalda las tesis defendidas tanto por las patronales geriátricas asturianas Ascege y Aarte, como por el órgano que gestiona la red pública, Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA): «la prioridad es la seguridad de los usuarios y los profesionales».