Un vecino de El Franco lleva dos años y medio sin casa porque aún no cobró las ayudas

La Consejería de Servicios y Derechos Sociales continúa sin ingresar a Manuel Méndez Alonso, vecino de Riobón (El Franco), la ayuda de 15.000 euros concedida para reconstruir su vivienda, que perdió en el gran incendio de El Franco, en diciembre de 2015. Todo ello, más de dos años y medio después de que el fuego calcinase 2.500 hectáreas.

Méndez Alonso reconoce que «no pude reparar mi casa por falta de dinero», señalando que la venta de la madera de los montes con la que pensaba financiar la reparación, «supuso menos dinero de lo que esperaba». Ahora reclama la ayuda que le fue concedida, a la espera del comienzo de las obras que «rondarán los 100.000 euros». Mientras no se puede quitar de la cabeza el gran incendio de 2015 que «me generó una depresión de la que estoy saliendo poco a poco».

Poco a poco va rehaciendo su vida, dado que no le fue fácil recuperarse de la pérdida de todos sus montes, los recuerdos que guardaba en su casa, y su perro 'Manín', que murió calcinado en el interior de la vivienda. De hecho, Méndez Alonso ya tiene otro perro, al que también ha llamado 'Manín', en homenaje a su anterior compañero.

Ante el retraso del Principado de Asturias, ha recurrido al diputado por el Occidente del PP, Matías Rodríguez, quien este miércoles le acompaño a la sede de la consejería, para reclamar la ayuda aprobada y solicitar una reunión con la consejera, Pilar Varela.

Entretanto, Méndez Alonso lleva viviendo en una segunda vivienda que –dice– «no está en condiciones». Una casa que no sucumbió a las llamas porque «no se quemó porque tiene las ventanas de aluminio», dijo reconociendo que las persianas sufrieron quemaduras y la calefacción no le funciona.

El diputado popular calificó la actitud de la consejera como «una tomadura de pelo», ya que el propio Rodríguez Feito interpeló a Varela hace seis meses y «todavía no han puesto solución, cuando nos contestó que lo solucionaría». El diputado también calificó de «indecente», el anuncio «a bombo y platillo», de unas ayudas que no llegan a la gente que más lo necesita. Actitud que «es un nuevo desprecio para el Occidente», señaló Matías, quien afirmó que acudimos directamente a la consejería, «para buscar una solución lo más rápida posible».