La oposición urge al Principado los cien millones de euros previstos en el fondo de rescate

Las críticas, no obstante, llegaron desde todos los grupos. Muy dura se mostró la presidenta del PP, Teresa Mallada. «El Gobierno anuncia nuevas restricciones y mientras tanto las ayudas siguen sin estar disponibles, haciendo que cada vez más negocios cierren definitivamente», denunció. «Barbón gobierna a golpe de improvisación y está dejando tiradas a miles de familias con una descarada falta de sensibilidad y empatía», criticó Mallada, para quien las últimas restricciones vuelven a ser «arbitrarias».

El secretario general de Foro Asturias, Adrián Pumares, insistió en que las restricciones «siempre tienen que ir acompañadas de medidas de compensación y de ayuda a los sectores afectados». De hecho, recordó, eso fue lo que su formación pidió al Ejecutivo a la hora de negociar los presupuestos autonómicos de este año.

Otra de las formaciones que dio su respaldo a las cuentas regionales, Ciudadanos, también instó al Principado a poner ya a disposición de los sectores afectados el fondo de rescate que incluyó en los presupuestos. La portavoz parlamentaria, Susana Fernández, exigió la convocatoria de una nueva línea de ayudas a pymes y autónomos antes de que entre en vigor lo que definió como el «cerrojazo» de este jueves.

«Prevenir la tercera ola era posible con mayores restricciones a las reuniones sociales y con una estrategia de realización de test masivos, una medida más económica que los cierres de actividad», contrapone Daniel Ripa, de Podemos. A su juicio, la restricciones de horario en la hostelería son «un nuevo cierre encubierto, decretado con improvisación y sin haber realizado las medidas preventivas que lo evitaran».

«La administración no puede quedarse atrás en esta situación: si se publica en el BOPA el cierre de un sector, en ese mismo BOPA tienen que recogerse las medidas de alivio que se prevean, si no todo sí al menos algunas que puedan evitar la desintegración de los sectores afectados», planteó Ángela Vallina, de IU.

Tampoco para el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, es de recibo «que no hayan llegado aún las ayudas» a hosteleros y comerciantes. «Un negocio no se cierra solo poniéndole un candado, se cierra cuando no se le permite ejercer la actividad para que pueda generar unos mínimos beneficios, mantener a la plantilla, pagar el alquiler o dar de comer a sus hijos», lamentó.