Un aviso por un kamikaze en la A-8 a su paso por Ribadesella activa todas las alarmas

La alerta sobre la presencia de conductores circulando en sentido contrario por la autovía del Cantábrico a su paso por el Oriente se repite. Poco antes del mediodía de este miércoles, la Guardia Civil recibió el aviso de que un Renault Laguna gris avanzaba a contramarcha en la plataforma sentido Cantabria, pero dirección Galicia. El punto en concreto era el kilómetro 318, a la altura de la localidad riosellana de Meluerda. Pese al operativo de búsqueda puesto en marcha, las patrullas de Tráfico no localizaron al supuesto kamikaze.

No es la primera vez que este tipo de incidentes se registran en la misma zona de la A-8. Hace tres meses, el 6 de febrero, un aviso similar apuntó a la presencia de un coche en dirección contraria entre San Roque del Acebal y Andrín, en Llanes. En aquella ocasión tampoco fue interceptado. Solo un día después, la voz de alarma llegó desde la zona de Celorio, con el mismo resultado: ni rastro del coche.

Existe, no obstante, un historial previo de vehículos a contramarcha que sí fueron interceptados, con casos como el de febrero de 2018, cuando un hombre fue localizado hasta en dos ocasiones en la misma semana. El conductor, un italiano de 72 años, se dirigía a visitar a su mujer, internada en una residencia llanisca. Él lo estaba en otro centro de mayores de Ribadesella. Tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, fue condenado a dos sentencias de ocho meses de prisión, la retirada del carné y la inmovilización del coche. Apenas un mes después, los hechos se repetían a la altura de Villahormes, en aquella ocasión con un hombre de 35 años que conducía un cuadriciclo. En julio de ese mismo año, otro conductor fue localizado por la Guardia Civil en la misma autovía, a la altura de Balmori. Se trataba de un conductor sin carné y el coche tuvo que ser desviado hacia la carretera comarcal, en la salida de Naves.