La Virgen sale de su ermita el sábado por la noche. JUAN GARCÍA

De la ermita a la iglesia, en un recorrido nocturno

JUAN GARCÍA

RIBADESELLA.

Lunes, 10 de julio 2023, 00:31

La primera de las procesiones en honor a la Virgen de Guía, patrona de los marineros de Ribadesella, fue un espectáculo cargado de sentimientos y fervor religioso. El tímido orbayu aparecido justo antes de abandonar su ermita en el alto del monte Corberu no dejó intimidó a nadie. Nadie se quedó en casa el sábado, cuando el sol empezaba a ocultarse.

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Unos subieron en romería hasta el campo de la ermita, en el Fuerte de Guía, ataviados de pescadores y pescaderas, para escoltar a la patrona. Otros optaron por esperarla en la plaza de La Atalaya y en las calles adyacentes que conducen a la rula.

En la plaza la esperaba el grueso de la Banda Gaites Picos de Europa DOP Cabrales. Dos de sus componentes, gaiteru y tamboritero, le pusieron música en la santa procesión del descenso. Y una vez en la rula, el Coro La Fuentina entonó primero el Himno de Guía y la Salve después. La imagen de la Virgen de Guía fue trasladada a la iglesia, donde pasó la noche del sábado, a la espera de la procesión marítima, prevista para el día siguiente.

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