Onís plantea abrir su entrada a los Picos a los turistas a través de vehículos eléctricos

A pesar de aportar el 37% de su territorio al Parque Nacional de los Picos de Europa, en Onís perciben que se han convertido en «un mero concejo de paso» al situarse las principales entradas turísticas al espacio protegido en Cangas de Onís y Cabrales. Para revertir esa situación de forma «sostenible», la apuesta del Ayuntamiento va encaminada a abrir su acceso a través de la pista que une Demués con la Vega de las Mantegas, actualmente limitada a vehículos de uso autorizado, principalmente ganaderos.

El primer paso será elaborar un «estudio técnico y jurídico para la regulación del uso de la pista como vía de acceso a la majada de Belbín en el Parque Nacional», dotado de 42.000 euros a cargo del plan de sostenibilidad turística 'Ecoturismo en Picos de Europa, destino Onís'. Ese programa del Ministerio de Turismo, concedido tan solo a Onís y Somiedo, contará en el concejo oriental con un presupuesto de 880.000 euros, a ejecutar hasta 2023. También con cargo a la partida está prevista la adquisición de furgonetas por importe de 105.000 euros y dispositivos de ordenación de tráfico para la pista, por 35.000, según recoge la memoria técnica del plan.

En el documento se apunta además a que la subida al Parque Nacional a través de Onís se activaría «de modo condicionado y sostenible, limitando el número de entradas diarias». El acceso estaría «basado en el transporte colectivo y con vehículos eléctricos no contaminantes», de modo que contribuirían «a la descongestión de las entradas por Poncebos o Covadonga».

Disponer de una entrada turística a los Picos es una idea que ronda desde tiempo atrás en el Ayuntamiento de Onís. De hecho, ya al Plan de Uso y Gestión (PRUG) presentaron una alegación en ese sentido. Además, la pista en cuestión fue reparada el pasado año por el Principado, con un presupuesto de 130.000 euros.

Más allá de habilitar su propia entrada al Parque, el plan de Onís incluye la creación de «productos ecoturísticos basados en el capital humano, recursos naturales y culturales». Figura en ese apartado la habilitación de una ruta guiada para conocer la biodiversidad y la labor de los pastores, con visita a una cabaña en Belbín y una cueva quesera cuyo origen se remonta a principios del siglo XIX. Sería para esa ruta para la cual se emplearía el acceso por la pista.

También se encuentran entre las acciones a desarrollar la habilitación de rutas autoguiadas, itinerarios en bici, puntos de observación de fauna silvestre y la creación de una micro reserva ornitológica. Asimismo, plantean un «viaje en el tiempo» al Onís del siglo XVIII. Para dar a conocer la vida en los pueblos de la época «se adecuará como casa de aldea un antiguo molino restaurado en la Finca Tullidi», recoge la memoria.

La ganadería y la tradición quesera tendrán encaje asimismo en el plan, que prevé el impulso a los productos del concejo a través de la hostelería. Con todo ello, el Consistorio pretende «diferenciar» Onís de otros municipios de los Picos y crear «nuevas oportunidades de negocio para la población local». De este modo confían en «ayudar a frenar el éxodo demográfico» y generar «un aprovechamiento real y sostenido asociado al Parque Nacional» para lograr «por fin la aceptación de esta figura de protección entre los vecinos del municipio y la solución de un conflicto que lleva enquistado más de diez años». Fruto del malestar, el Ayuntamiento de Onís ha llegado de hecho a solicitar su salida del Parque en los últimos años.