«La pandemia aceleró el deterioro de muchos pacientes con Alzhéimer»
Se estima que cerca de 22.000 personas padecen esta patología en Asturias, aunque la asociación reclama «un censo autonómico fiable»
Tiene más de ochenta años, vive solo en Gijón y su familia -repartida por otras provincias- desconoce por completo los efectos de su deterioro cognitivo. A menudo se encuentra con problemas para organizar sus ideas o se siente desorientado como si hubiese perdido la noción del tiempo y del espacio. En estas condiciones, el cumplimiento de las rutinas del día a día se convierte en un auténtico desafío, en toda una odisea.
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El caso de este gijonés no es singular. De hecho, se estima que cerca de 22.000 personas padecen alzhéimer en Asturias. El problema con esta cifra, precisa Concha Mena, presidenta de la Asociación Democrática Asturiana de Familias con Alzhéimer (Adafa), es que es inexacta. «Hace falta un censo autonómico serio y fiable que permita contabilizar el número de enfermos en Asturias y hacer programas adaptadas a las necesidades de estos y de sus familias», explica Mena. En este punto -que la entidad lleva reivindicando durante más de 20 años- se requiere la implicación de las administraciones.
No todos los enfermos combaten el alzhéimer en soledad. Hay quienes, afortunadamente, cuentan con un núcleo familiar estable. Muchos de ellos se apoyan además en la asociación que, por medio de terapias y cursos, garantiza el seguimiento de pacientes y familias. Porque, como matiza Concha Mena, «el cuidador también necesita ser cuidado». Estos talleres -impartidos por la neuropsicóloga del equipo- trabajan sobre la autoestima, la comunicación y el duelo de las familias, pero también sobre las habilidades cognitivas de los propios enfermos. Aparte de esta especialista, la plantilla de Adafa la completan una trabajadora social, una auxiliar de enfermería y un terapeuta.
En los dos últimos años, el parón impuesto por la pandemia «aceleró el deterioro cognitivo» de muchos de los pacientes. Durante el confinamiento, las terapias se frenaron y el encierro disparó la sintomatología de muchos de ellos. Este 21 de septiembre, cuando se conmemora el Día Mundial de la enfermedad de Alzheimer, la petición que lanza Adafa es clara: asegurar las ayudas para que los servicios y las terapias no vuelvan a resentirse. Talleres como el de Psicoestimulación -encaminado a mejorar la calidad de vida del enfermo- están sujetos a subvencion. Dicho taller «finalizó el 30 de julio porque terminó la subvención», explica Mena.
Mesa redonda en Gijón
Con motivo de una fecha tan señalada como la de este miércoles, la Asociación de Familias ha preparado una serie de actos para concienciar a la población acerca del impacto de la enfermedad. Así, ha organizado una mesa en la que participan las profesionales del equipo. En ella, se abordarán cuestiones tan centrales como los efectos de la pandemia en el diagnóstico del alzhéimer o los retos a los que se enfrentan los propios cuidadores. La jornada tendrá lugar en el salón de actos de la antigua Escuela de Comercio y comenzará a las 17.00 horas.Durante la sesión intervendrán la presidenta de la asociación, Concha Mena, la neuróloga del Hospital Universitario de Cabueñes, Carmen Martínez, la neuropsicóloga de Adafa, Paula Trigo Suárez, y la trabajadora social de la entidad, Ana Fernández.
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