La pandemia dejó sin diagnosticar un 50% de las enfermedades crónicas

La pandemia ha alterado la actividad sanitaria hasta tal punto que se han dejado de diagnosticar un 50% de patologías crónicas. Así lo revelan informes realizados por las sociedades científicas que, una vez superado lo peor de la crisis por coronavirus, empiezan a hacer balance de las consecuencias de estos casi veinte meses de presión asistencial sin precedentes.

En que los enfermedades crónicas «han quedado desatendidas» coinciden médicos de Familia y especialistas de las consultas hospitalarias, que «vemos cómo van aflorando ahora» problemas de salud que hubiesen requerido un seguimiento continuado. Desde diabetes a patologías cardíacas o respirtarios. «Incluso cáncer», dicen, a las claras, los facultativos que ahora «estamos notando una sobrecarga de patologías no atendidas».

En base a lo que ahora confirman informes científicos más sosegados, los médicos asturianos llevan tiempo advirtiendo al Principado de la necesidad de un programa de atención a las enfermedades crónicas. Del mismo modo que se ha puesto en marcha un plan de choque para reducir la lista de espera quirúrgica, creen que también habría que volcar esfuerzos en la puesta al día de este tipo de patologías.

No es sólo que los casos de covid hayan acaparado buena parte de los recursos sanitarios desde que estalló la pandemia a finales de febrero del año pasado. También ha influido el hecho de que muchos pacientes se resistieron a ir al médico durante todo este tiempo por miedo a contagiarse, lo que ha propiciado diagnósticos tardíos o bien ha supuesto un agravamiento de algunas patologías de base.

Actualmente, la actividad en Atención Primaria, puerta de entrada al sistema público de salud, se ha incrementado un 24% con respecto al año pasado, según cálculos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Una cifra muy similar a la detectada por el Servicio de Salud del Principado (Sespa). De ahí que ahora empiecen a aflorar esos problemas crónicos «desatendidos» sobre los que advierten los profesionales sanitarios.

Un estudio reciente, publicado en la British Journal of General Practice, revista médica de alcance internacional,concluye que la continuidad asistencial reduce los ingresos hospitalarios e incluso la mortalidad. Si el que hace ese seguimiento es el mismo médico, las contingencias médicas pueden reducirse un 25% y los ingresos hospitalarios en torno a un 12%. Teoría refrendada desde diferentes sociedades científicas europeas, desde el Reino Unido a Noruega. Los médicos españoles, especialmente los de Atención Primaria, hacen suyas las conclusiones de estos informes.

Las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, la diabetes, dolencias relacionadas con la traumatología o la salud mental son algunas de las áreas de trabajo a la que, según los especialistas, habría que prestar atención. Por poner un ejemplo: para recibir tratamiento de Rehabilitación hay pacientes que deben esperar hasta nueve meses. «Para entonces, lo que empezó siendo un dolor en una pierna, acaba no dejándolos caminar», lamentan los propios profesionales sanitarios.

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