Los partidos urgen un sistema de prevención de los argayos tras el desplome de Salas

La carretera Nacional 634 pasará los próximos meses cortada entre Casazorrina y Cornellana por el enorme argayo desplomado el pasado viernes. Son más de 20.000 metros cúbicos de pizarras y areniscas, según las primeras estimaciones de los geólogos. Esta semana los técnicos de la Demarcación de Carreteras y de Dragados seguirán supervisando la cabecera del desprendimiento, para calcular el riesgo de nuevos corrimientos del terreno y empezar a diseñar la solución constructiva. Los conductores ahora se ven obligados a dar un rodeo de más de quince minutos y entre las opciones para minimizarlo se valora la posibilidad de habilitar una calzada provisional que rodee el argayo.

El desplome no causó víctimas, pero dejará perjuicios económicos y reabre la pregunta de si estos fenómenos se puede preveer. Dar con un sistema de aleta temprana era el objetivo de una investigación liderada por Pablo Valenzuela, de la Universidad de Oviedo, quien en una primera fase del trabajo hizo una base de datos de desprendimientos en la región. El siguiente paso era definir umbrales que permitan determinar dónde se producirá el siguiente argayo.

En 2018 todos los partidos, salvo el socialista, instaron al Principado a reactivar la financiación a esta línea de trabajo. Ahora hay formaciones que vuelven a reclamar un sistema de prevención de los desprendimientos.

Ciudadanos por ejemplo presentó en febrero una iniciativa en ese sentido, que fue aprobada por la Junta. «Es fundamental empezar a trabajar cuando antes y concentrar todos los esfuerzos de la administración regional, del servicio de emergencias 112, de la Universidad de Oviedo y del Colegio Oficial de Geólogos de Asturias», señaló Sergio García, diputado de la partido. «El desastre esta vez ha ocurrido en Salas, pero podría repetirse en otros lugares», destacó.

«Pedimos que habilite el Principado un sistema de monitorización de las laderas, como existen en otras comunidades», apuntó Adrián Pumares, desde Foro.

En Vox instan además a «cambiar los protocolos de actuación con urgencia, esto es un aviso y no puede volver a ocurrir». En palabras de la diputada Sara Álvarez Rouco, «los responsables de la consejería de Cohesión Territorial deberían haber tomado cartas en el asunto».

En el PP apremian a retirar el desprendimiento y reabrir la carretera. «Las labores van a ser muy complejas, esperamos que se desarrollen con la mayor celeridad posible», valoró el diputado Álvaro Queipo. Para Podemos lo sucedido es «una nueva chapuza y agravio a los habitantes del occidente». El diputado Daniel Ripa sostuvo que en la zona del argayo «la inestabilidad era manifiesta, basta acercarse para verlo; era algo de lo que los vecinos venían advitiendo».

«Esperamos y pedimos que se actúe con la mayor diligencia para minimizar el impacto del argayo y que se estudien las mejores alternativas», avaló Ovidio Zapico, desde IU.