Coronavirus en Asturias | La patronal hostelera alerta de que si siguen cerrados «la tensión en la calle crecerá»

La hostelería asturiana ya no puede aguantar más el cierre de sus empresas debido a la pandemia del coronavirus y tiene todas sus esperanzas puestas en la videoconferencia que mantendrá esta tarde con los responsables sanitarios del Principado y que, en el mejor de los casos, podría suponer el retorno a la actividad. Pero habrá que esperar.

El Gobierno regional «nos ha dicho que la presión asistencial es complicada, pero la que tenemos nosotros es máxima», explica el presidente de la patronal Otea, José Luis Álvarez Almeida, quien apunta que «desde marzo estamos mostrando cómo es nuestra situación».

Una de sus reivindicaciones, además de la inmediata vuelta a la actividad, pasa por el establecimiento de ayudas al sector «para evitar el cierre del 30% de los establecimientos. Ya tenemos empresas que están en situación de cierre, que no pueden ni pagar el alquiler. Por eso le decimos al Gobierno del Principado que la situación tiene que cambiar».

Pero la patronal también está sufriendo la presión de los hosteleros asturianos, muchos de los cuales son partidarios de abrir sus establecimientos aunque el Ejecutivo no lo permita. «Parece que ponen todo el foco en la hostelería. Es, cuanto menos, curioso que nos manden cerrar y en cambio los ayuntamientos enciendan sus luces y no les manden apagarlas. A nosotros nos cierran para que no se acumule gente y los ayuntamientos lo que hacen es que haya más gente en las calles. No tiene sentido», remarca Álvarez Almeida.

Esa doble vara de medir es lo que irrita a los empresarios, ya que las luces de Navidad se han encendido en las ciudades, precisamente, para incitar a la ciudadanía a salir a la calle y a consumir, llegándose a casos extremos de importantes aglomeraciones como las vistas en distintas ciudades españolas el pasado fin de semana. Por eso, el presidente de Otea advierte de que, «si no nos hacen caso y la hostelería sigue cerrada, la situación se complicará en la calle, porque nos están pidiendo cosas que legalmente no se pueden hacer», en referencia a la apertura de los locales de hostelería 'sí o sí', es decir, con independencia de lo que decidan las autoridades asturianas.

Álvarez Almeida justifica la desesperación de los profesionales del sector, ya que, «quien no tiene para dar de comer a sus hijos y tiene un negocio legal en España, ha de tener todo el derecho para poder trabajar». El sector sí entendería que sus locales permanecieran sin actividad si «en el resto de España estuvieran cerrados, sin luces de Navidad y las calles muertas, pero no es así».

Los hosteleros rechazan que se sientan maltratados con respecto al comercio asturiano u otros sectores a los que se les permite la actividad. «No nos sentimos discriminados frente al comercio, sino frente al resto de España», apunta José Luis Álvarez Almeida, quien se muestra expectante ante la reunión telemática de esta tarde.

Por otro lado, las ayudas al sector podrían estar más cerca, ya que el Gobierno central anunció ayer que espera aprobar un plan de ayudas a la hostelería y el comercio antes de que finalice diciembre, según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que no ha definido la cantidad de las ayudas. Pero la patronal Hostelería de España reclama un total de 8.500 millones de euros en ayudas directas.