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La cosecha de kiwi, en jaque
Las fuertes lluvias dejaron los cultivos cubiertos de fango y restos de plásticos y la maquinaria inservible
EVA FANJUL
AVILÉS.
Miércoles, 30 de enero 2019, 03:32
El fango dificulta evaluar con exactitud los daños ocasionados en los cultivos e instalaciones de Pravia afectados por la inundación. En esta zona del Bajo Nalón, preocupa sobre todo el sector del kiwi. La retirada del agua ha dejado un panorama desolador con hectáreas de cultivo cubiertas de fango, invadidas por los restos de plásticos y madera, además de maquinaria inservible. Unos daños que siembran la incertidumbre en el sector y ponen en peligro próxima cosecha.
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Las cuarenta hectáreas que la productora KiwiNatur tiene en Santianes y Forcinas se han visto perjudicadas por la riada. A pesar de lo evidente, desde la empresa aseguran que es pronto para hacer una valoración concreta. «En algunas fincas hay medio metro de fango y aún no hemos podido entrar, así que resulta imposible cuantificar ahora mismo», asegura el ingeniero agrónomo Ignacio Cavanilles.
Además, en algunas zonas el agua superó los dos metros y las plantas quedaron totalmente sumergidas, «ahora habrá que esperar a la primavera para ver cómo responden las plantas y contabilizar las cifras reales de mortandad. Lo que es seguro es que la cosecha de este año se verá afectada, la cuestión es cuánto».
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Lo que sí dan por perdidas son unas seis hectáreas de nueva plantación que calculan pueden suponer unas pérdidas de entre 200.000 y 240.000 euros. «El cultivo de kiwi exige una inversión muy cara, de unos 40.000 euros por hectárea, así que las pérdidas en esta zona son evidentes sin contar el año de cultivo perdido», asegura Cavanilles.
Otros daños observados y sin cuantificar son los que afectan a la propia extensión de las fincas. «El río se ha llevado terreno y todo suma», añade.
Los cultivos no fueron los únicos damnificados. Entre las instalaciones más afectadas está también el Polideportivo Municipal de Agones, en Pravia, que resultó muy afectada por la riada. El agua inundó el depósito de gasoil con más de mil litros de combustible que se han perdido, estropeó la caldera y dañó el quad con el que se cepilla el césped artificial. La fuerza del agua se llevó por delante el vallado del campo de fútbol y también anegó el campo de césped artificial. Este último, pudo reabrirse ayer tarde.
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La zona de piscinas gestionada por Asturagua también se vio seriamente afectada y permanece cerrada por el momento. En concreto, el agua inundó el semisótano en el que se ubica el gimnasio y la sala de máquinas electromecánicas.
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