8M | «Poco a poco abriremos el camino»

El deporte asume su papel igualitario con pasos pequeños pero firmes. Le queda, no obstante, un largo camino por recorrer. En Asturias, solo cinco federaciones de las distintas disciplinas están presididas por mujeres: Cristina Tuya (Béisbol), Lucía Noriega ( Deportes de Invierno), Ana Palacios (Hípica), Belén Rodríguez ( Lucha) y Raquel Agúndez ( Fútbol Americano). Reunidas por EL COMERCIO, valoran el cambio que se está produciendo en la sociedad.

Para Cristina Tuya, la escasa presencia femenina en los altos cargos del deporte está condicionada por la brecha que hubo en generaciones anteriores. «Tradicionalmente, las mujeres no accedían a los puestos de responsabilidad, pero en los últimos años ha habido un 'boom' del deporte femenino en Asturias y creo que producto de eso vamos a ir cogiendo cuotas de responsabilidad en las juntas directiva», afirma.

Raquel Agúndez localiza otra clave en la propia práctica deportiva. «Treinta años atrás el número de hombres era mayor que el de mujeres. Esa transición de un deportista en activo a un club como directivo, árbitro o federativo lo ha condicionado», apunta la joven dirigente, que coincide con Tuya en que «que iremos a más en unos años, porque ahora aunque no esté equiparado, aunque sí se está igualando».

Belén Rodríguez va a la raíz de la sociedad para explicar la presencia de mujeres en las federaciones. «Pasa en otros estratos, en la empresa y en los cargos directivos de todos los estamentos. Es un cambio que tiene que hacerse de forma progresiva y es muy lento. Poco a poco iremos abriendo camino y las nuevas generaciones podrán ver modelos y ejemplos en casa», asegura.

«Las mujeres han ido tomando posición como practicantes de deporte, gestionarlo es más complicado por lo que implica. En muchos casos es difícil compaginarlo con la vida familiar. Hay que tener mucho espíritu de servicio», comenta Lucía Noriega, que destaca que «en Asturias tenemos una Directora General de Deportes que viene de ser presidenta de un club dentro de una Federación donde hay mucho más hombres». «Son detalles que van normalizando», añade.

Con todo, las presidentas coinciden al valorar la evolución del deporte femenino en los últimos años. Ana Palacios, de la Federación de Hípica, pone como ejemplo su disciplina. «En nuestro caso es al revés. El año pasado hubo 947 mujeres y 350 hombres, es mucha diferencia. En las escuelas de equitación la mayoría son niñas. Es un deporte que nunca ha tenido diferencias entre hombres y mujeres en sus disciplinas, siempre ha habido igualdad de condiciones», subraya.

En una línea similar se expresa Belén Rodríguez, que nota «un cambio» también en la lucha. «Nosotros año a año vemos cómo cada vez se equipara el numero de licencias masculinas y femeninas y cómo las mujeres tienen cada vez más peso en las decisiones». Raquel Agúndez también valora el carácter netamente inclusivo de deportes como el fútbol americano: «No existe la categoría masculina, solo la femenina y la mixta. Creo que es bueno porque los equipos que no tengan femenino no obligan a las chicas a dejar de jugar, sino que jugarán con los chicos».

Algo similar ocurre en la lucha. «Tenemos suerte porque los niños y las niñas entrenan juntos desde pequeños, no hay una distinción en su preparación hasta que sus cuerpos evolucionan. Desde mi experiencia, no hay ningún tipo de discriminación o machismo», afirma Belén Rodríguez.

La presidenta de la Federación de Lucha considera que el 8-M, «que es la lucha por la igualdad, favorece nuestra visibilidad». Para ello, el deporte puede ser una herramienta: «Tiene que servirnos para lograr esa igualdad desde pequeñitos, es algo fundamental». «El deporte es vida y salud», incide Raquel Agúndez. «A todos los niños habría que inculcarles eso. Luego, con el paso del tiempo, si las niñas quieren ir a pintura o ballet, es decisión de ellas, pero en ningún momento hay que negarle a una chica que haga deporte, porque es igual a vida».

El cambio hacia una mayor presencia de la mujeres en todas las capas del deporte es imparable según las cinco presidentas asturianas. «Va a ser exponencial, en nuestra federación los cargos están repartidos. Creo que en casi todas las Federaciones va a suceder algo parecido», afirma Cristina Tuya. «Ya se nota, pero el proceso es lento y los resultados los iremos viendo con el paso de las generaciones», asegura Belén Rodríguez. «El deporte debe ser otro espejo en el que nos podemos ver reflejadas», apunta Lucía Noriega. «Hace años, las mujeres no realizaban tanto deporte y eso hace que no hayan llegado más a puestos federativos, pero eso va cambiando. Estando dentro se nota, cada vez se ven más mujeres en este tipo de puestos», concluye Ana Palacios.

El encuentro termina con un deseo por parte de Cristina Tuya: «Las mujeres tenemos que estar en todos los estamentos de la sociedad: en el deporte, en el trabajo, en la ciencia, en la tecnología... Somos el cincuenta por ciento de la población y tenemos que estar cerca de ese porcentaje representadas. Lo que hay que hacer es cambiar el modelo de participación, que no nos facilita el acceso a la mujer». El partido para una mayor presencia femenina en el deporte acaba de comenzar.