Coronavirus | La presencialidad variará en Asturias en función de la evolución del virus

«Lo estamos revalorando». Fueron las palabras del vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, la semana pasada cuando se le preguntó si el curso sería finalmente presencial o se optaría por un modelo mixto (que combina la enseñanza en el aula con la 'online'). Aunque la intención del Gobierno regional es mantener la presencialidad («es lo óptimo») -en línea con lo acordado ayer en la Conferencia Multisectorial-, la titular del ramo, Carmen Suárez, volvió a insistir en que «la presencialidad podría variar si la situación epidemiológica lo aconsejara».

En dicho encuentro entre ministerio y comunidades, el consenso es que las clases sean presenciales, al menos, hasta segundo de la ESO. En este sentido, Suárez manifestó que se trabajará para que el alumnado de menor edad y el más vulnerable desde el punto de vista educativo y social «siga acudiendo a las aulas».

Tras indicar que las medidas aprobadas ayer ya se recogían tanto en las instrucciones de principio de curso (para los centros públicos) como en el plan de contingencia publicado el 31 de julio, quiso hacer un llamamiento a la tranquilidad a toda la comunidad educativa: «Dentro de las posibilidades económicas de las arcas públicas se están tomando las medidas para compatibilizar la salud con la prestación de un servicio educativo de calidad». Para cumplir la exigencia de mantener la distancia de seguridad, se han creado «centenares de nuevos grupos en los centros educativos y se ha incrementado la contratación de profesorado».

Según la consejera, esos grupos, con no más de veinte alumnos, convivirán entre sí, pero se reducirá la interacción con los alumnos de otras aulas y los servicios de comedor y transporte funcionarán extremando las medidas de seguridad e higiene.

Por su parte, las actividades extraescolares también se podrán llevar a cabo de acuerdo a unos protocolos que se fijarán a través de una resolución que se publicará próximamente.

En la reunión también participó el consejero de Salud, Pablo Fernández, quien incidió en la importancia del amplio consenso alcanzado entre comunidades y ministerio sobre las medidas educativas y en las relativas a la vacunación de la gripe, que se adelantará a la primera quincena de octubre comenzando por los usuarios de centros residenciales. «En España estamos en un contexto adverso en cuanto a la situación epidemiológica. España es un país relativamente pequeño y la pandemia es muy grande. O trabajamos unidos o no vamos a ningún sitio», advirtió.