El Principado aspira a superar los 3.000 convenios actuales entre empresas y la FP

Por delante «tenemos un gran trabajo, que debemos hacer de forma colaborativa», señaló el consejero de Ciencia. Como punto de partida, el consejero celebraba ayer una primera reunión con los responsables de los 66 centros de Formación Profesional públicos y concertados que existen en Asturias. La reforma obligará a «replanificar» más de un centenar de ciclos formativos y llevará consigo la implantación de un nuevo modelo de FP que «queremos que esté desplegado en septiembre de 2024», esto es, para el próximo curso académico.

«Supone un cambio de paradigma muy grande con respecto a lo que venimos viendo en los últimos 25 años, con una flexibilización de la enseñanza y, sobre todo, con el fomento de la cooperación con las empresas», expuso Borja Sánchez. De hecho, la participación empresarial ya no sólo se circunscribirá a las prácticas, sino que se extenderá a la propia formación curricular.

Lo que se busca «es conectar mejor la FP con el empleo», lo que, según incidió ayer el consejero de Ciencia, «exige coordinación y cooperación a todos los niveles». Ayer, se reunía con los resposables de los centros formativos. Próximamente, lo hará con los empresarios asturianos: «Queremos saber de qué depende una mayor implicación en la contratación», señaló.

Se pretende «facilitar la incorporación laboral» de los titulados de FP, «conectando oferta y demanda», especialmente en sectores que, por sus características evolucionan con mayor rapidez y, por tanto, precisan una adecuación más agil. «Estamos pensando en hacer una campaña de difusión para que los potenciales alumnos se incorporen a grados con una alta empleabilidad, pero que no llenan todas sus plazas», avanzó Sánchez.