«Las peluquerías estamos en la cuerda floja»

El sector de las peluquerías y centros de estética mostró ayer su malestar con el mantenimiento del IVA al 21% sobre su actividad profesional. Una subida que, en su momento, en 2012, se dijo «momentánea» por parte del Ministerio de Hacienda pero que, tras ocho años, se ha mantenido en el tipo general. Solicitan, ahora, tras los gastos derivados de la covid en compra de material de seguridad y el descenso de clientes, una rebaja al 10%.

Durante la concentración que se celebró este martes en la plaza de España de Oviedo, peluqueros y esteticistas, visibilizaron su malestar. «Hoy hemos cerrado nuestras peluquerías para que Hacienda vea o que se deja de facturar en un día y que se imagine lo que pasaría si cerramos definitivamente», sostuvo Noemí Menéndez, portavoz del colectivo 'Creer en nosotros'. Una plataforma que se armó durante el confinamiento para compartir las inquietudes del sector y que ha acabado con paros masivos en otras comunidades.

Porque, lo cierto, es que el seguimiento del cierre convocado por 'Creer en nosotros' fue escaso en Asturias cuando en Cataluña, por ejemplo, un día antes, las cifras oficiosas hablan del paro patronal de más de 8.000 centros.

«Es injusto, siempre se habla de la bajada del IVA pero cuando hay que salir a movilizarse y hacer algo siempre estamos los mismos y luego el beneficio para todos», se lamentó Menéndez que hizo un llamamiento al resto de empresarios a que se unan a la reivindicación en lo sucesivo. Este martes, frente a la Delegación de Gobierno, se concentraron una docena de peluquerías y un centenar de empresarios y empleados.

Centros consultados que no bajaron la persiana, sin embargo, dieron la versión opuesta: «no nos podemos permitir cerrar».

Una bajada del IVA en los precios ayudaría, entiende la plataforma, a aumentar los exiguos márgenes en los que ha entrado el sector con la pandemia de la covid. A mayores gastos corrientes en equipos de protección se ha aparejado un descenso de clientes. Bien por la cita previa, bien porque «los clientes tienen miedo».

«Quien antes venía a menudo, ahora solo viene al tinte, por ejemplo», resumió la portavoz a los medios comparando la situación de otros sectores de atención cara al público.

«En Asturias hay casi tantas peluquerías y centros de estéticas como bares y si no las mismas muy cerca y ambos estamos en la cuerda floja si no nos ayudan y podemos estar perfectamente unidos en nuestras reivindicaciones», razonó.

Si a los negocios de hostelería la amenaza del cierre temprano o la reducción de los turnos de cocina les ha menguado sus ingresos, muchas peluquerías han tenido que adaptar también las jornadas laborales debido a la cita previa. «Abrimos de diez a tres y por la tarde solo los días que tenemos alguna reserva, si no, cerramos. Y es obvio que todos preferiríamos estar trabajando», ahondó Menéndez.