«Tenéis que recibir a todo el mundo», le pidió a su familia

Uno de los puntales de la trayectoria de Aníbal Vázquez estaba en su familia, que siempre le apoyó y supo aceptar que no era sólo un marido y un padre, que su dimensión social como alcalde hacía que tuvieran que compartirlo con todo un concejo. Y lo hicieron de buen grado. Belén, su viuda, es todo corazón y generosidad. También lo son sus hijos, Susana y David.

Todos unidos, le ayudaron a brillar en vida. Y, ahora, en estos momentos tan difíciles, también comparten su dolor con todos aquellos que conocieron a Aníbal Vázquez. «Tenéis que recibir a todo el mundo», les pidió quien fuera regidor de Mieres durante doce años. Y así lo hicieron, junto al féretro colocado en el salón de plenos, recibiendo ayer condolencias durante 15 horas.

Hoy, a mediodía, la plaza del Ayuntamiento de Mieres acogerá el acto de despedida de Aníbal Vázquez, en una villa que llora a su alcalde y que corresponde a su intensa labor para sacar adelante al concejo con todo tiempo de establecimientos luciendo crespones negros en señal de luto y multitud de flores en su segunda casa, el Consistorio.