El respaldo a la ejecutiva pasa del 64% al 97%: «¡Ya estamos todos!»

Lo ha hecho sin que cambie la cúpula. Ni el secretario general ni sus dos personas de máxima confianza: Gimena Llamedo e Iván Fernández. A mayores, les ha ascendido aún más si cabe. El círculo íntimo de decisión de la FSA conjuga la veteranía de dichos perfiles con otros dos que representan el relevo generacional: Clara Sierra e Iván González. Ellos no solo están al frente de secretarías estratégicas sino que, además, lo compaginarán con un puesto en el Comité Federal.

El resto de nombres que estarán en este órgano de Ferraz en representación de los socialistas asturianos son caras sobradamente conocidas y con peso en la organización. Ahí están los consejeros que Barbón ha sacado de la dirección regional, Enrique Fernández y Alejandro Calvo; la delegada del Gobierno, Delia Losa, la alcaldesa de Gijón, Ana Gutiérrez, y así hasta diez nombres.

De ellos sobresale la regidora de Avilés, Mariví Monteserín, quien vuelve a tener un puesto de relevancia nacional y que es visto, simbólicamente, como el cierre definitivo con aquellas batallas de primarias que dividieron al partido. Ese guiño también se hace con la elección de Lara Martínez como secretaria de Cultura, puesto que en su momento esta fue una de las valedoras de José María Pérez. Estas decisiones coinciden con lo que ya había hecho Pedro Sánchez al introducir nombres, en el Gobierno y en la ejecutiva, que no le habían votado en el pasado.

Los asturianos del comité federal se completan con Adriana Lastra, María Luisa Carcedo y Adrián Barbón, que son miembros natos por sus cargos.