«Vi salir los remos, pero a ella no»

Los minutos posteriores al suceso que tuvo lugar el pasado viernes en el río Cares, y en el que la madrileña de 14 años, perdió la vida tras quedar atrapada bajo el agua, estuvieron gobernados por la tensión. Así lo evidencia la declaración que prestó ante los agentes de la Guardia Civil la compañera de canoa de la fallecida, quien explicó que ambas volcaron en una zona de rápidos tras colisionar con unas piedras. Tal y como planteó la investigación desde un primer momento, las dos menores salieron despedidas y cayeron al agua. Unos segundos después, una de ellas lograba volver a la superficie. «Vi salir los remos, pero a ella no», explicó a los investigadores horas después de lo ocurrido, todavía visiblemente impactada por el desarrollo de lo que se había concebido como una tarde de aventura.

Es en ese momento, cuando la menor repara en que su compañera no termina de salir a flote, entra en pánico y alerta al resto. Eran cerca de las seis de la tarde y el grupo se encontraba a la altura del coto de pesca Pared del Agua, en las inmediaciones de Mildón (Peñamellera Alta). Los responsables de la actividad inician entonces la búsqueda de la menor sobre la zona en la que se había producido el vuelco. Realizan varias pasadas, pero no terminan siquiera de ver dónde puede encontrarse. La actuación posterior del Grupo de Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil confirmaría que la joven había quedado atrapada boca abajo contra una hendidura que el agua fue horadando durante años en una gran roca que divide el cauce en dos 'venas'. La fuerza de la corriente y el estado de nervios en el que entró la víctima tras ver que no lograba salir, hicieron el resto.

Equipada con neopreno, chaleco salvavidas y un casco de protección, la joven murió ahogada. La investigación iniciada por la Guardia Civil quedó prácticamente completa el sábado con la declaración de la compañera de canoa, los monitores que acompañaban al grupo y los padres de la fallecida, quienes ya se encuentran en Madrid una vez les fue entregado el cuerpo de su hija. El juzgado de Llanes es el que se haga cargo de las diligencias.

La menor disfrutaba de un campamento de surf en San Vicente de la Barquera (Cantabria) junto a uno de sus hermanos y otros diecisiete chavales de entre trece y dieciséis años. Este viernes les tocaba jornada de deportes de aventura, para lo que habían contratado a una empresa especializada radicada en Panes (Peñamellera Baja). Tras haber estado practicando barranquismo por la mañana, a las cuatro de la tarde llegó el momento de hacer rafting por el Cares. La joven llevaba apenas dos días en Cantabria y todavía tenía por delante otros diez.