Felipe González saluda a Sanguinetti a su llegada a Avilés. PALOMA UCHA

Sanguinetti: «Las amnistías se hacen para resolver problemas, pero exigen reciprocidad»

El expresidente de Uruguay alerta en Avilés de la falta de mayorías políticas a nivel global, lo que provoca que «los extremos sean los que deciden»

Jueves, 26 de octubre 2023, 01:03

Antes que político es periodista, y a sus 87 años sigue ejerciendo y presumiendo de ello. Como también de su experiencia acumulada como presidente de ... la República de Uruguay (lo fue entre 1985 y 1990 y entre 1995 y 2000). Ambas facetas unidas convierten a Julio María Sanguinetti en un analista privilegiado de la actualidad mundial. «Estamos en un cambio de civilización», afirmó en Avilés el también presidente del Círculo de Montevideo, que hoy y mañana celebra en esta ciudad su reunión anual.

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Este foro de debate y análisis político fue creado en 1996 por un grupo de intelectuales españoles y latinoamericanos, que consideraban necesario en aquel momento abrir un espacio de diálogo y reflexión ante el contexto político global. Veintisiete años después, el Círculo de Montevideo llega a Asturias y con él destacadas personalidades del mundo de la política y empresarial, como el expresidentede del Gobierno Felipe González, o el empresario mexicano y exmáximo accionista del Real Oviedo Carlos Slim, entre otros.

Sanguinetti atendió a EL COMERCIO en el Hotel Palacio de Avilés, un encuentro interrumpido momentáneamente por la llegada de Felipe González. Tras el saludo entre ambos, retomó la conversación con este diario recordando una frase que posteriormente se convirtió en el título de un libro escrito por González y Juan Luis Cebrián, 'El futuro ya no es lo que era', para seguir con su análisis del contexto político mundial actual. «Y no es que el futuro ya no es lo que era, tampoco el pasado».

En un contexto como el actual, marcado por el auge de los populismos y la escalada bélica -la guerra de Ucrania y el conflicto árabe-israelí-, Julio María Sanguinetti considera que estamos viviendo un «cambio de civilización, de la sociedad postindustrial a la digital. Es una sociedad distinta», reflexiona.

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Unos cambios sociales que en buena medida son la consecuencia de una «globalización que ha supuesto muchos retrocesos» en lo social: «Ha traido una inestabilidad de empleo general y una fragmentación política que no permite tener mayorías estables», afirma.

La «sociedad de la protesta»

Si a ello se ha sumado en los últimos quince años una crisis financiera importante, como fue la de 2008, y dos acontecimientos «anacrónicos, como son una pandemia y guerras en occidente», la inestabilidad ha desembocado en la «sociedad de la protesta y en el ciudadano descomprometido».

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Le preocupa especialmente que los gobiernos de hoy «ya no son de las mayorías, sino de márgenes. Los extremos son los que deciden». Y más en un contexto de inestabilidad y de cambios sociales como los que se están viviendo. «No hemos logrado la estabilidad institucional que se requiere y gobernar está siendo difícil en algunos países por esa falta de estabilidad política», afirmó el expresidente de Uruguay.

Y pone el ejemplo de España, «que es el ejemplo del fenómeno universal de la dificultad de gobernar». Un país donde, además, «hay una particularidad única, como es la unidad del Estado». Por ese motivo, afirma Sanguinetti, fuera de nuestras fronteras se ve con preocupación la actual situación política en el país, donde el ganador de las elecciones no ha logrado sumar los apoyos suficientes para alcanzar la Presidencia y donde el presidente en funciones depende de los independentistas para formar Gobierno.

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Y, como no puede ser de otro modo, en la conversación sale el asunto más polémico del contexto político español actual: la posible amnistía a los líderes del 'procés'. Y, aquí, el expresidente Sanguinetti, es cauteloso con sus palabras, aunque sí lanza un mensaje claro: «Las amnistías se hacen para resolver asuntos difíciles, con la legalidad para dar una solución a la anormalidad. Pero esto exige reciprocidad». O dicho de otra forma, una amnistía sólo tendría utilidad si la parte que se beneficia de ella se compromete a algo: «Nosotros, en Urugay, hicimos amnistías referidas a enfrentamientos violentos -con el grupo guerrillero Tupamaros, que abandonó las armas a mediados de los ochenta-, a cambio del compromiso de paz», explicó.

La escalada bélica actual también es vista con suma preocupación por el presidente del Círculo de Montevideo. Y advierte de los riesgos para occidente de la guerra de Ucrania y en Palestina, dos conflictos «que están en las puertas de Europa».

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