La sidra natural Trabanco Sin Alcohol aprueba con nota
Impacta en los chigres como una sólida alternativa a otras opciones sin contenido etílico
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Martes, 13 de agosto 2024, 11:16
Después de unos días a la venta en sidrerías y tiendas de alimentación, Sidra Trabanco Sin Alcohol pasa el test de los sidreros e impacta en los chigres como una sólida alternativa a otras opciones sin contenido etílico.
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Sidra Trabanco Sin Alcohol no busca dejar de consumir la sidra de toda la vida, sino entrar en un mercado cada vez mayor donde están posicionadas otras bebidas como la cerveza. El llagar de Lavandera como defensor de la tradición y la cultura sidrera asturiana, con la sidra natural como emblema y producto más característico, piensa que ya es hora de que quien renuncia al alcohol pueda continuar tomando sidra.
En palabras de Yolanda Trabanco, directora de Ventas, Marketing Comunicación del llagar gijonés, «Sidra Trabanco Sin Alcohol da la oportunidad de ser folixeru y a la vez formal, porque si algo caracteriza a los asturianos son la naturalidad y las ganas de juntarse y ser disfrutones».
Apuesta por lo nuestro
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La sidra en Asturias no es sólo bebida, sino una invitación a la celebración y la amistad, por lo que quien no toma alcohol se ve obligado a desconectarse de esa hermandad tan propia de los asturianos con el «échame un culín», «la espuela y pa casa», y del compartir que sólo la sidra en Asturias consigue con sus gentes.
«Creemos que esta sidra podría formar parte de nuestro entorno y ser una apuesta por lo nuestro, por Asturias y por seguir disfrutando con nuestra bebida más emblemática también cuando uno necesita o desea cuidarse», asegura Yolanda Trabanco.
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A prueba de escépticos
Para obtener Sidra Trabanco Sin Alcohol se somete a la sidra natural a un proceso físico de evaporación, poco invasivo y amparado en la legislación de sidras naturales. Se aplican bajas temperaturas lentamente para mantener casi intacta la mezcla original. Así, se obtiene una sidra natural sin apenas graduación alcohólica.
Pese a las dudas de los más puristas, lo que más asombra es su semejanza con el producto original. Para que la sensación fuera lo más fiel posible, el llagar gijonés ha perfeccionado durante años este tradicional método, usado en otras bebidas para el destilado, hasta conseguir una sidra natural sin alcohol tan digna y lograda que pasara perfectamente por una sidra natural de toda la vida. Por sus altos estándares de calidad, Sidra Trabanco no la ha querido lanzar al mercado sin antes alcanzar un nivel que sorprenderá gratamente a más de uno.
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12 veces menos alcohol y sólo 42 kilocalorías
Testada por catadores expertos sin percibir apenas diferencia, su mayor ventaja son las 42 kilocalorías por botella en comparación con las 358 de la sidra natural con alcohol, un atractivo importante para quien se preocupa de su aspecto físico y evita por ello el alcohol. Por no citar la tranquilidad al coger el coche después de una copiosa comida sin arriesgarse a perder puntos.
Con un porcentaje de alcohol del 0,5%, habría que tomar una caja entera de esta sidra para ingerir el alcohol que contiene una única botella de las de toda la vida.
Así que, a menos que se beban varias cajas por barba de una sentada, cosa difícil para el común de los mortales, la ausencia de las molestias de una buena resaca al día siguiente está garantizada.
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