«El argumento trata de dar vida a una fantasía familiar»
Nacho Guirado, Autor de 'El milagro de El Escorial' ·
«Me parece importante no generar un conflicto entre fe y no fe, sino entre la esclavitud de la religiosidad y superchería frente al compromiso»JOSÉ CEZÓN
POLA DE SIERO.
Lunes, 8 de febrero 2021, 00:47
El escritor Nacho Guirado (Oviedo, 1973) acaba de publicar su octava novela, 'El milagro de El Escorial' (Editorial MaLuma), donde reafirma su capacidad para ... cambiar de registro literario. Este fisioterapeuta afincado en Sariego se adentra ahora en el mundo de las apariciones marianas y el sórdido negocio que se genera en torno a las víctimas, con un trasfondo basado en una experiencia familiar.
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-Sin ánimo de comenzar con un 'spoiler', el epílogo ayudaría mucho a entender las motivaciones del libro. ¿No se planteó ponerlo al principio?
-Eso ya me pasó con mi libro 'La lista de los catorce', donde a la editorial le pareció que el epílogo era tan bueno y contundente, que me planteaba ponerlo como prólogo, pero yo, principalmente, respeto al lector. Si decido ponerlo de epílogo es porque creo que va a darle más contenido cuando acabe ese libro, a que le condicione mientras lo está leyendo. Es preferible servir al lector que a la venta del libro por más que un prólogo bien hecho pueda favorecer esa venta.
-¿Cómo surge el argumento y el personaje protagonista?
-Viene de tratar de dar vida a una fantasía infantil que tuvimos mis hermanos y yo. Somos hijos de una madre que tuvo muchos años una enfermedad degenerativa hasta que murió. Nos hemos pasado toda la infancia, con los Reyes, la catequesis y hasta el Ratoncito Pérez, pidiendo que curasen a mi madre. Y ella, que era bastante creyente, se acogía a todo lo que la pudiese ayudar en la enfermedad. Estando de vacaciones en Riaño en las fiestas de la Virgen de Quintanilla, ella fue de procesión y por la noche venía contenta y muy cambiada y se puso a subir y bajar las escaleras sin bastón. Y empezó a decir '¡me he curado!, ¡la virgen me ha curado!'. Y nosotros, emocionados, gritando '¡milagro, milagro!'. Fue un hecho milagroso que duró esa noche. Al día siguiente, volvió a estar igual o incluso un poco peor por la decepción. Y eso me marcó y fue un poco como la muerte de la inocencia de la infancia.
-Y lo reflejó en su obra.
-Lo utilicé en un relato, 'Milagro', y fue el motivo principal de la novela 'Lo que sé del amor'. Esta vez quise darle entidad a esa fantasía con el protagonista, que puede curar, pero tiene que darle esa enfermedad a otra persona. Y esto genera al lector su conflicto de qué haría él en la misma situación y se posiciona constantemente en la realidad de Ricardo. Y esto me da pie a utilizarlo como denuncia de todos aquellos grupos que se aprovecharon de mi madre ofreciéndole, a cambio de dinero, una operación que no le podían dar, o de tantos miles de personas que se acercan a los lugares de supuestas curaciones.
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-Sin conocer el epílogo, durante la lectura se vislumbra una implicación emocional que va más allá de la mera ficción. Parece un ajuste de cuentas contra estos embaucadores.
-Sí, puedes llamarlo así, pero intento no ser sentencioso. Soy narrador, sino haría un ensayo. Coloco al personaje en una situación y le voy dando información, y que sea el lector quien haga su propio juicio de valor.
-En las primeras páginas aparece una madre enferma terminal de esclerosis, maltratada por su marido y que comete un parricidio. Nadie podrá decir que es un escritor acomodado.
-Sí, es verdad. La violencia intrafamiliar está presente en mis libros. Es parte de mi implicación emocional.
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-¿Cómo se documentó sobre la secta de los 'virginianos' y la vidente Luz Amparo Cuevas?
-Tú les has llamado secta, pero para la Iglesia católica no es una secta. Por dar más datos a ese juicio que has hecho, en las Escrituras Jesús decía 'Pedro, deja tus redes y acompáñame'. En el caso de esta supuesta secta, les dice 'déjalo todo en mi cuenta bancaria y acompáñame'. Eso marca una línea muy clara entre uno y otros. La primera vez que escuché hablar de Luz Amparo fue a mi madre cuando era pequeño y lo cuento en el epílogo. Y una vez escuché su historia por la radio. Encontré mucha información en un programa de 'Equipo de investigación, busqué en periódicos, radio, buceé en internet y me metí en la página de los 'virginianos', donde escuché sus audios de las apariciones o lo que ella contaba que le había dicho la Virgen.
-No se le considera secta, pero sí tienen varias condenas.
-Son por temas financieros de las residencias de ancianos, la falta de contratos de estas 'pseudohermanas' y una serie de temas económicos muy opacos. Y, luego, por no haber enterrado a Luz Amparo y tenerla de cuerpo presente en la finca. Es muy interesante todo el devenir que ha tenido este grupo.
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-¿'La Biblia' fue un libro de cabecera durante la escritura?
-No. Yo ahora soy no creyente, pero tuve una época de mi juventud que fui muy creyente y estudié incluso partes de 'La Biblia'. Es una época de la que no reniego y estoy muy orgulloso de mi vinculación con los Maristas. En el libro salen como un punto de contraste con otro tipo de Iglesia que me parece más oscura. Los escojo para la parte más luminosa del libro como gente comprometida con los chavales desarraigados, con inmigrantes y con su educación. Me parece importante no generar un conflicto entre fe y no fe, sino entre la esclavitud de la religiosidad y la superchería frente al compromiso.
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