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El atracador arrinconó a una dependienta para amenazarla y coger el dinero de la caja. PABLO NOSTI

Un hombre atraca un quiosco de Lugones y se lleva un botín de 600 euros y un móvil

Arrinconó a la dependienta tras el mostrador y simuló llevar un arma; es el segundo robo en la localidad en una semana

JUAN VEGA

LUGONES.

Lunes, 22 de febrero 2021, 00:36

Lugones vivió ayer su segundo robo a plena luz del día en lo que va de semana. Un hombre asaltó a las diez de la mañana el popular quiosco El Tren Mágico, ubicado a escasos quince metros de la arteria principal que atraviesa el pueblo. Después de arrinconar tras el mostrador a la dependienta y amenazarla verbalmente, metió la mano en la caja y logró llevarse 600 euros y el móvil de alta gama que utilizan para atender los pedidos de los clientes. Por el momento, tanto la Policía Nacional como la Policía Local del concejo trabajan, ayudados por las cámaras del establecimiento, para capturar al atracador, que logró escapar.

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El susto fue mayúsculo, pero la actividad del negocio continuó durante toda la jornada. Eso sí, con más precaución. «Perdona, ¿puedes quitarte la capucha? Es que nos han robado hace un rato». Con esta frase de advertencia recibió ayer Ovidio Rubio a todos los nuevos clientes que entraban en la tienda con la cabeza cubierta debido a la lluvia. «Se lo estamos diciendo porque nuestra compañera nos dijo que el atracador, quien simuló llevar un arma blanca, llegó con un gorro rojo y con la capucha del abrigo puesta por encima; a partir de hoy todos descapuchados y con la cara al aire», indicaba.

Tras vivir la horrible experiencia, la empleada cerró la tienda para avisar a sus compañeros y a las autoridades. Hasta el lugar de los hechos acudieron inmediatamente dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, así como un equipo de la Policía Local del municipio, que se desplazó hasta Lugones para peinar la zona e intentar dar captura al asaltante.

En una farmacia

Se trata del segundo suceso similar que vive Lugones esta semana. El pasado miércoles otro hombre entró en la farmacia Santa Isabel con la excusa de adquirir jeringuillas de insulina. Terminaría amenazando a una de las boticarias, colocándole un cuchillo en el abdomen. A pesar de no conseguir un gran botín, el atracador huyó en bicicleta.

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