«Intentamos entrar pero era imposible; la nave ha quedado derruida»

Pasada la una y cuarto de la tarde de ayer, se inició un pavoroso incendio en la segunda planta de una nave industrial situada a las afueras de El Berrón. Veintidós efectivos de bomberos de los diferentes parques asturianos y diecinueve vehículos se desplazaron hasta la localidad sierense para aunar esfuerzos y tratar de apagar un fuego que a los pocos minutos de decretarse convirtió la estructura en un auténtico infierno. Una bola de llamas y una densa humareda que se propagaron desde el edificio afectado, propiedad del grupo Bollabor, y dedicado a la venta de maquinaria, y que se hacían visibles a varios kilómetros de distancia. Más de dos horas tardaron en confinar el fuego.

Visiblemente afectados se encontraban varios de los empleados del inmueble. Entre ellos su propietario, Santos Borbolla: «Estábamos fuera cargando máquinas y de repente vimos que salía humo. Intentamos entrar, pero ya era casi imposible», describió. Cifró en nueve el número de personas que trabajan en la nave en la que se decretó el incendio, aunque este sábado solo «estábamos tres». Resignado, lamentó que «el edificio ha quedado completamente derruido». Sobre las causas del fuego, no alcanzaba a encontrar una explicación: «Arriba no hay nada de tensión, así que creemos que solo puede haber sido un tema de iluminación».

En relación a las pérdidas materiales, no se atrevió a hacer una estimación, aunque sí calculó que en el interior había mucha maquinaria que inevitablemente el fuego ha dejado inservible. La única noticia positiva de la jornada es que no hubo que lamentar heridos.

La Policía Local de Siero, la Nacional y la Guardia Civil prestaron también ayuda en diferentes tareas, como controlar los accesos a la zona o incluso llegando a acotar parcialmente la circulación para facilitar la llegada de más dotaciones. En el interior de la nave afectada se encontraba principalmente maquinaria de jardinería y robótica. El fuego, que parece que se originó en la segunda planta, permitió en un primer momento que varios trabajadores y voluntarios pudiesen retirar algunas de estas herramientas y diferentes mercancías. Aunque buena parte de los bienes materiales, así como el propio edificio, se convirtieron en pasto de las llamas. «La nave se da por perdida. La estructura está muy dañada y afectada», valoró el jefe de área de Bomberos, Miguel Ángel Pérez, pasadas unas horas del comienzo del fuego, y una vez que el mismo comenzó a estar controlado por los efectivos de extinción. «Si se mira desde la izquierda, la nave está abombada y amenaza con caer», incidió. Las labores de los distintos operarios de Bomberos se concentraron, una vez controlado el fuego inicial, en confinar las llamas en el segundo piso del edificio afectado, evitando su propagación a otros.

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