Los vecinos de Lugones que pidieron la reubicación del mercado temen represalias

La protesta de los vendedores ambulantes de excedentes de la huerta en Lugones ha tomado un nuevo cariz. Lo que empezó como una simple demanda para el cambio de ubicación de los puestos del mercado, hasta ahora situados en los soportales de la calle Federico García Lorca, ha terminado con amenazas a los vecinos de la zona, según un portavoz. Tras las quejas del vecindario, el Ayuntamiento ordenó el traslado de los comerciantes al otro lado del parque de La Paz.

Según relató ayer a este diario la representante legal de la mayoría de los propietarios de los dos bloques afectados, nunca se buscó un perjuicio para los agricultores, sino una mejoría para los inquilinos.

«El tema es delicado», detalló, puesto que debajo de la zona en la que se colocaban los vendeDores hay un garaje cuyo techo puede sufrir filtraciones por el peso de los remolques y camionetas que allí se solían colocar para la venta de los excedentes de la huerta. «El año pasado ya hubo que realizar reparaciones», insistió la representante, y los vecinos tuvieron que hacerse cargo de su coste.

El alcalde de Siero, Ángel García, ya tomó la decisión de que el mercado «no volverá a los soportales», tal y como anunció la semana pasada. Reconoció entonces que el traslado de los puestos debió hacerse mucho antes pues ocupaban una titularidad privada. «Las cosas hay que arreglarlas y tocó ahora», insistió.

Sin embargo, los vecinos afectados temen represalias. «Esta misma mañana me han llamado diciendo que les están picando e insultando, tienen miedo», lamentó la asesora, quien insistió en el derecho de sus clientes a buscar una solución para facilitar la convivencia, siendo el Ayuntamiento el que optó por la reubicación de los puestos.

Los comerciantes, por su parte, defienden que llevaban dos décadas en el mismo emplazamiento, en principio sin quejas. El alcalde admitió, de hecho, que tuvo constancia del problema de titularidad del espacio al comienzo de este mandato. Y aunque solo un escrito del vecindario dando expreso derecho a los vendedores a utilizar los soportales podría hacer que recuperasen sus puestos originales, es una opción que rechazan, aunque han subrayado que no quieren «perjuicios».

Tal y como adelantó EL COMERCIO, la representante legal del vecindario, que prefiere mantener el anonimato para evitar conflicTos, confirmó que en el Ayuntamiento constan varios escritos -a los que también ha tenido acceso este periódico- en los que los vecinos denunciaban su constante malestar desde diciembre de 2014 por la falta de paso, suciedad generada por los desperdicios de los puestos e incluso la imposibilidad de evacuar enfermos en días de mercado. El último texto fue presentado el 13 de diciembre del año pasado. «Todos los años hay una queja», indicó.