«Nos han dejado tres días tirados en Barajas sin saber qué iba a ser de nosotros»

'Filomena' puso en jaque este fin de semana a varios asturianos que vieron cómo la borrasca les dejó tirados en el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez. Ayer lograron poner fin a su odisea, cuatro días después de lo previsto, y pudieron regresar a la región.Eso sí, tras vivir toda una aventura que comenzó con la cancelación de cinco vuelos en tres días, un tormentoso viaje en tren con avería incluída, un autocar y hasta un equipo de fútbol que les 'robó' su sitio en un avión.

La pesadilla que sufrieron estos seis residentes en el Principado, entre los que se encontraba la americana Hailey Dias-Allen, nuevo fichaje del Club de Baloncesto Agrupación Deportiva de Avilés, y la gijonesa Gracia Nomparte, comenzó el viernes por la tarde. Cuando 'Filomena' enseñaba ya sus colmillos y cubría el centro de España con una nevada histórica. Gracia Nomparte había ido a Gales a visitar a su hija, que es enfermera. Llegó a Madrid, donde tenía que hacer escala, pero la nieve truncó sus planes. Tras la cancelación del vuelo en la noche del viernes por el cierre de la terminal madrileña «nos dijeron que nos buscásemos la vida».

Se lo comunicaron a las 23.30 horas, cuando ella y el resto de pasajeros que debían viajar hacia Asturias estaban ya en el interior de la aeronave. «A esas horas era muy complicado buscar un plan 'b'» y más aún cuando la nieve tenía bloqueado ya todo Madrid. «No teníamos trenes, ni autobuses, ni taxis,...», explica. La solución fue pasar la noche en el aeropuerto, donde «no teníamos ni comida, ni bebida, ni nada». «Estuvimos tres días tirados en el suelo sin saber qué iba a ser de nosotros», añade.

Al cansancio propio del viaje se sumó la indignación de que horas antes había salido un vuelo con el equipo de fútbol del Real Madrid y la incertidumbre de desconocer cuándo les darían una solución.

Ya el sábado, personal de Iberia les localizó un lugar habilitado por Aena, «una habitación donde la gente pudo tumbarse sobre una alfombra» y «nos dieron bocadillos y café». Nomparte señala que se vivieron momentos «muy tensos, con familias con niños, gente sin dinero... ¡Y no podíamos salir de allí!»

A esta situación se sumaba que su equipaje tampoco estaba a mano, por lo que tampoco tenían acceso a sus artículos de higiene y mucho menos a una ducha. «Son cosas básicas que necesita un ser humano», lamenta. No obstante, Nomparte agradeció que el personal del aeropuerto les diera bocadillos, ya que lo único que había eran máquinas expendedoras.

Viernes, sábado, domingo... Allí, sobre la moqueta de una sala de Barajas, vieron cómo en esos tres días les iban cancelando los vuelos en los que iban siendo reubicados. Hasta en cinco ocasiones ocurrió. «Era todo impotencia. Hubo gente que lloró, otros que se enfadaron ostentosamente...», relata esta gijonesa, cuyo 'confinamiento' en Barajas le sirvió para entablar amistades, como es el caso de la jugadora de baloncesto Hailey Dias-Allen.

Algunos de los afectados optaron por buscar una alternativa para regresar a Asturias, dando por perdidos sus billetes de avión y buscando otros medios de transporte para regresar a la región, como el autocar o el tren. Otros acudieron a casas de familiares o amigos en la capital.

Mientras tanto, la indignación iba en aumento entre los asturianos que esperaban en Barajas por una solución. Especialmente ayer, cuando veían que a mediodía los jugadores del equipo del Fuenlabrada –que jugó ayer un partido contra el Sporting de Gijón– no tuvieron ningún problema en despegar hacia Asturias para acudir al encuentro. «Nos dolió bastante, la verdad, porque estábamos allí desde el viernes tirados en el suelo sin poder hacer nada y de repente el Fuenlabrada nos coge nuestro sitio», señala.

Ayer los pasajeros que permanecían en el aeropuerto madrileño se dieron por vencidos y buscaron billetes de autocar o de tren con destino a Asturias. Buena parte de ellos se decantaron por el tren.

Todo hacía indicar que esta pesadilla se acababa por fin tras cuatro días de espera.Pero no, 'Filomena' todavía les reservaba alguna sorpresa. Al llegar a León, el personal de Renfe les informó de que el tren estaba averiado.Vuelta a empezar, aunque en este caso fue solo un susto.

La empresa ferroviaria ya tenía dispuestos varios autocares para proceder al traslado de los pasajeros que viajaban a Asturias hacia Oviedo y Gijón. Y así fue cómo alrededor de las diez de la noche, Gracia Nomparte y los otros cinco compañeros de odisea en Barajas que le acompañaron en el trayecto pudieron, por fin, llegar a casa.