120 investigadores postdoctorales pelean por una carrera estable en Asturias
La Universidad completa el sueldo de algunos de los contratados, «conscientes de las dificultades a las que se enfrentan»
«Somos plenamente conscientes de los inconvenientes y las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes investigadores a la hora de iniciar su carrera ... científica». No pone excusas el rector de la Universidad de Oviedo para admitir que la situación está lejos de ser la idónea. Investigadores pre y postdoctorales se enfrentan a carreras llenas de obstáculos, salvados casi siempre por la vocación, con maletas siempre preparadas para buscar el siguiente destino y el siguiente contrato, lo que no siempre significa una mejora económica. La Federación de Jóvenes Investigadores de España ha hecho público un estudio en el que revela la situación precaria a la que se enfrentan muchos de ellos, con enormes diferencias de salarios dependiendo del programa estatal, autonómico o europeo, público o privado, en el que hayan logrado plaza. Es una de las cuestiones que quieren poner de manifiesto, además de la «pérdida de poder adquisitivo en los programas de la Agencia Estatal de Investigación que ofrecen retribuciones generalmente bajas, sobre todo en el programa Juan de la Cierva-Formación».
Publicidad
Precisamente con ese programa hay siete investigadores contratados en la Universidad de Oviedo. Son una minoría de los 120 contratos postdoctorales que hay. De ellos, 91 son a través de contratos de acceso: siete del programa Ramón y Cajal; los siete del Juan de la Cierva; cuatro del Beatriz Galindo; 30 del programa de Recualificación Estatal del Ministerio de Universidades; 16 del programa Margarita Salas del Principado de Atracción y retención de talento; 19 de pase a postdoctorales de ayudas predoctorales (una especie de prórroga para quienes leen la tesis); siete vinculados al Instituto Universitario de Oncología del Principado y una ayuda más de la ONCE. El resto (29) son otro tipo de contratos, por ejemplo, con cargo a determinados proyectos de investigación.
Cada uno de estos programas tiene sus propias condiciones en cuanto a duración y salarios, por lo que las diferencias pueden ser muchas. Por eso, desde la Federación de Jóvenes Investigadores proponen crear el grupo profesional M4 en el convenio colectivo único para el personal laboral de la Administración General del Estado. La cuestión es que no hay una figura 'postdoc' específica y algunos ganan menos que el nivel M3, que corresponde a quienes tienen el título de máster. Piden elaborar un Estatuto del Personal de Investigación y un «pacto de Estado que asegure la financiación», explica Vanesa Nozal, presidenta de la Federación de Jóvenes Investigadores. «Tenemos los cerebros y las manos, falta la inversión», lamenta. «Estamos perdiendo un enorme potencial, son años de formación, con lo que le cuesta también al Estado, que se desperdician, y es muy triste. No puede ser que personas con el mayor grado académico estén cobrando por debajo de su categoría».
En la Universidad de Oviedo admiten la dificultad y complejidad del asunto. «Uno de los problemas, que tiene que ver con el retraso para lograr acceder a una figura más estable -por ejemplo, un contrato de ayudante doctor- tiene su causa en los tiempos de acreditación, que dependen de la ANECA», explica Ignacio Villaverde. Por eso, desde la CRUE y el G-9 «ya hemos trasladado a la ANECA la importancia de que estos trámites de acreditación se agilicen», porque tras la acreditación el personal puede optar a plazas más estables. «Así mismo, también le hemos trasladado al ministerio la conveniencia de crear una figura que de acceso a la carrera investigadora sin necesidad de acreditación», añade el rector.
Publicidad
«Consciente de la situación», la Universidad de Oviedo asegura que está poniendo en marcha medidas que faciliten «la incorporación de investigadores a la institución, con el objetivo de lograr atraer y retener talento, pero también buscando garantizar condiciones laborales dignas en la medida de lo posible». Desde hace unos años, la institución cofinancia programas de Ayudas pre y postdoctorales, «aportando con fondos propios los recursos necesarios para su adecuada ejecución». Así sucede en los Ramón y Cajal, Juan de la Cierva Formación e Incorporación, Beatriz Galindo, Programa para la Formación del Profesorado Universitario (FPU), para la Formación de Personal Investigador (FPI) y Personal Técnicos de Apoyo (PTA).
Por otro lado, en el Plan de Ciencia, aprobado hace dos meses en el seno de la Universidad, «fuimos conscientes de la necesidad de incrementar esta aportación que hace la Universidad de Oviedo», de forma que por ejemplo se aportan 16.280 euros anuales a las becas Ramón y Cajal, cuyo presupuesto es de 33.720. La Juan de la Cierva Formación, con 25.000 euros de financiación estatal, se se completan aquí con otros 8.000.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión