El rector ve un «chantaje inadmisible» que Canteli condicione el traslado a El Cristo

El detonante de dicha misiva y de la convocatoria de una rueda de prensa urgente fueron las declaraciones del alcalde ovetense con motivo del anuncio del Principado de que está negociando la cesión de tres edificios del entorno del viejo HUCA para ampliar el campus de El Cristo con el fin de que las facultades de Llamaquique ocupen dichos inmuebles y el espacio que dejen libre sirva para reagrupar las sedes judiciales de la ciudad.

Sus palabras aduciendo que el Ayuntamiento (que forma parte de la negociación) no facilitará el traslado de Llamaquique si persiste la idea de llevar Minas a Mieres constituyen, para Villaverde y su equipo, «un inadmisible chantaje» a la institución académica. Dicha «amenaza», indica el rector, impediría cumplir una «reivindicación histórica», como es tener un gran campus en El Cristo, uno de los dos de la ciudad, junto con el de El Milán. Y, «ante semejante amenaza», la Universidad «no puede consentir ni quedar inerme».

Para el rector, el primer edil de Oviedo «no ha asumido la relevancia de dar prioridad a los intereses comunes». «Representa -añade- uno de los pocos que nunca han mostrado interés alguno por escuchar las razones de una decisión que le compete a la Universidad y que se ha tomado con criterio tras largos e intensos debates». En referencia a la Escuela de Minas, insiste Villaverde en que «la principal motivación atiende a razones académicas y al empeño de garantizar la supervivencia de unos estudios que Asturias no debe perder y no pueden estar hipotecados por la permanencia de un edificio». El traslado a El Cristo -sostiene y así lo ha ido defendiendo desde la presentación de los planes estratégicos enero- siempre ha estado en sus planes.

Lo que ocurría es que hasta ahora «el horizonte era incierto. Ahora, en cambio, es un horizonte definido y cercano, aunque queda mucho por hacer». «Eso no significa -subraya- que se echen por tierra los planes estratégicos. Porque la solución transitoria para Llamaquique sigue siendo necesaria».

Es decir, que aunque Ciencias no se mude a Minas a la espera de 'subir' a El Cristo, «los 15.000 metros de la Escuela de Minas» van a seguir necesitándose para «aliviar el problema angustioso y urgente que tenemos en Llamaquique». «En ningún momento -recalca- va a quedar vacía o ser pasto de la especulación. Siempre tendrán un uso universitario». En primer lugar, para que sea utilizado por la Facultad del Profesorado para que podamos encajar todo y dar desahogo a una situación angustiosa».

Después de «haber soportado ataques sin precedentes a la autonomía universitaria, incluso insultos y descalificaciones», la Universidad espera que «Alfredo Canteli entienda el enorme impulso para la ciudad de Oviedo que supone este ambicioso plan. Oviedo es una ciudad universitaria y no una ciudad con universidad. La Universidad de Oviedo es muchísimo más que un edificio. Esa visión resulta ofensiva para todos los que desde siempre han sido imagen señera de nuestra institución y para los que vinieron después, tan importantes como los otros. Porque la Universidad es un todo y así debemos entenderla».

Villaverde asegura que «la voluntad de la Universidad es mantener la relación institucional con el Ayuntamiento de Oviedo. El diálogo y la búsqueda de entendimiento, incluso en las discrepancias, siempre han sido seña de identidad de esta institución». Mientras, la fecha del traslado sigue siendo una interrogante. El plazo que se trasladó a Ciencias es de «dos o tres años. Villaverde espera que «se pueda hacer en un tiempo razonable» en un proyecto en el que participan Principado, Ayuntamiento y Universidad y que «tienen muchas cosas que precisar». Entre ellas, la financiación que se necesitará. «Toca ponerse a trabajar , porque queda mucho camino por delante» para que la Universidad pueda disponer de «esos espacios modernos, funcionales e innovadores y regenerar una parte importante de la geografía de la ciudad. La Universidad de Oviedo no es el problema, sino parte de la solución».

Mientras, en Boal, el presidente del Principado, Adrián Barbón, eludió «entrar en polémicas estériles» con Alfredo Canteli, indicando que «Oviedo gana» con el proyecto. Se mostró positivo en cuanto a que el acuerdo puede cerrarse «en muy poco tiempo». «Evidentemente todo depende de cuándo culmine esa negociación que estamos llevando a cabo. Pero va por buen camino». Eso sí, no quiso entrar en plazos ni horizontes temporales. «Tengo tendencia natural a no darlos hasta que yo los tenga claros. No me gustan nada los políticos que anuncian un horizonte temporal sin tenerlo definido en los acuerdos, porque, al final, es mentir al ciudadano. Y como no me gusta mentir, cuando tengo el plazo y la certeza de que se va a cumplir, lo digo».

Añadió que los tres edificios (Maternidad, Consultas Externas y Silicosis) que recuperaría la Universidad para Ciencias, Formación del Profesorado e Ingeniería Informática «están en buenas condiciones. La obra que habría que hacer sería mínima de acondicionamiento y puesta en servicio».

El que sí que habrá que demoler -como anunció el lunes- es el viejo HUCA, «porque no es salvable. Sus condiciones arquitectónicas estaban ya muy deterioradas en plena actividad, por eso se cambió». En el proyecto de presupuestos se recogerá una partida de 3,5 millones para dicho derribo.