Los usuarios de la 'Y' circularán sobre el nuevo firme en otoño

La obra para reformar los accesos y ensanchar las calzadas de la 'Y' entre Lugones y Matalablima avanza con la vista en este otoño. Según el cronograma del Ministerio de Transportes en ese momento, la ampliación que se ejecuta por el exterior de las calzadas quedará completa y se desviará hacia ella el tráfico. Los vehículos circularán así sobre el nuevo firme, todavía con la velocidad restringida a 60 kilómetros por hora, por la seguridad de los operarios, que se desplazarán al espacio de la mediana para seguir la obra. Está previsto que la operación de saneo del terreno, fabricación del hormigón y ampliación de la calzada por la zona de mediana requiera un año más.

Esta cadencia la detalló EL COMERCIO en una información del pasado mayo. En la misma se indicaba que el plazo de finalización de la obra era de septiembre de 2023 tras un modificado que estaba entonces a punto de aprobarse e incrementaba el presupuesto final en un 11,4% hasta situarlo en los 24,7 millones. El reajuste del proyecto obedece sobre todo a que se detectó una conducción de abastecimiento que cruza la 'Y' y para la que la solución diseñada no era adecuada. El inconveniente fue desvelado y explicado por este periódico en agosto de 2021.

Para reducir el retraso que podía ocasionar dicho modificado lo que hizo el ministerio fue autorizar la continuidad de los trabajos fuera del tramo afectado. El modificado fue aprobado finalmente el 9 de junio pasado, con una ampliación del plazo de entrega de cinco meses, que es lo que sitúa el estreno en otoño de 2023, según mantuvo ayer el ministerio.

Los trabajos, contratados a finales de 2019, tenían un plazo inicial de tres años y medio. Al ritmo de avance le penaliza trabajar con cerca de 60.000 coches al día circulando a escasos centímetros de los tajos. En términos de inversión es cierto que la obra ha estado por debajo de lo esperado; el pasado curso tenía 8,4 millones reservados de los que solo aprovechó 2,1. Este año cuenta con 15 millones y hasta el 30 de abril había usado 1,6. La razón, sostiene el ministerio, es que el trabajo que más consume presupuesto es el hormigonado que se inició en mayo.

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