Brico Depôt abandona España y busca un comprador para sus tiendas, incluida la de Corvera

El grupo británico de tiendas de bricolaje Kingfisher anunció ayer su decisión de abandonar sus negocios en España, Portugal y Rusia para concentrarse en sus principales mercados, particularmente Francia. Esta sociedad es matriz de la cadena Brico Dêpot, que suma veintiocho tiendas en España, una de ellas con cincuenta trabajadores en la comarca de Avilés, anexa al centro comercial Parque Astur de Trasona.

Según ha podido saber este periódico de fuentes sindicales, Kingfisher explicó ayer al comité intercentros mediante videoconferencia que sus planes a partir de ahora pasan por abrir un proceso de venta, por lo que mantendrá la actividad en las tiendas hasta encontrar un posible comprador. En ese sentido, se comunicó a los sindicatos que «no habrá una afectación a la plantilla» a corto plazo. Un portavoz de la sede central de Brico Depôt en Barcelona añadió a LA VOZ que «todo está en una fase muy inicial» y confirmó la intención de que las tiendas sigan abiertas «de momento».

La noticia saltó a primera hora de la mañana de ayer desde Reino Unido, sede del grupo Kingfisher. La sociedad aseguraba en un comunicado que «hemos tomado la decisión de salir de Rusia, España y Portugal», que representan un 6% de las ventas del grupo, según explicó su directora general, Véronique Laury, en un informe de actividad sin precisar si la compañía piensa vender o cerrar las tiendas, de las que dice no obstante que «seguirán funcionando normalmente».

La empresa no precisó cuántas tiendas ni puestos de trabajo están concernidos por esta decisión estratégica. Según datos publicados en su página web, Kingfisher tiene veintiocho tiendas de la marca Brico Depôt en España, con un total de 1.782 empleados a tiempo completo, y tres tiendas en Portugal que emplean a 213 personas.

Esta salida «nos permitirá concentrar nuestra estrategia en nuestros mercados principales», subrayó Laury en el informe hecho público ayer. Sumando todas sus marcas y los países en los que está actualmente presente, las ventas de Kingfisher aumentaron un 1,2% a tipo de cambio constante para situarse en 3.048 millones de libras (3.400 millones de euros) entre el 1 de agosto y el 31 de octubre, periodo que corresponde al tercer trimestre de su ejercicio contable 2018-2019.

Pero las ventas de Castorama, su marca francesa, cayeron un 7,6%, lo que pesó negativamente en el resultado global del grupo cuyos dos principales mercados se encuentran en las islas británicas y en Francia. Castorama enfrenta caídas de ventas desde hace varios años y Kingfisher nombró en octubre a un nuevo director general para sus actividades francesas, Christian Mazauric.

«Nuestro principal desafío es Castorama en Francia y anunciamos un plan de acción a mediados de año para intentar enderezar la situación», recordó Laury. El grupo califica como «difícil decisión» la estrategia de abandonar España y Portugal, mercados que considera «atractivos, donde tenemos una cuota de mercado relativamente pequeña» y agradece «a todos nuestros colegas su entrega y compromiso con nuestros clientes».

Kingfisher plc es una compañía internacional de mejoras para el hogar con casi 1.300 tiendas en toda Europa, con el apoyo de un equipo de 78.000 personas. Ofrece productos y servicios de mejoras para el hogar a casi seis millones de clientes que compran en sus tiendas y a través de los canales digitales cada semana.

Además de Brico Dêpot, el grupo británico opera en diez países de Europa con otras cuatro marcas: B&Q, el minorista más grande de mejoras para el hogar y centros de jardinería en el Reino Unido; la francesa Castorama, con casi 50.000 referencias en productos de hogar y jardín; Screwfix, proveedor multicanal de herramientas comerciales, plomería, electricidad, baños y cocinas en el Reino Unido; y Koctas, un minorista de mejoras para el hogar en Turquía.

Brico Depôt cumplía el pasado 30 de julio diez años en la comarca de Avilés. En ese año 2008 la marca francesa se asentaba en Asturias dentro de su plan de expansión en la Península Ibérica y para ganar una cuota de mercado entre las grandes superficies de bricolaje que hasta entonces contaba en el Principado con Leroy Merlín como principal referencia. Su ubicación estratégica en el entorno del centro comercial Parque Astur de Trasona le permitía también cubrir un amplio territorio que abarca el occidente de Asturias.

La tienda de Avilés cuenta en la actualidad con cincuenta trabajadores, que ayer recibían con desconcierto la decisión del grupo Kingfisher de abandonar España y Portugal.

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