«El coronavirus ha consolidado la tendencia al alza en el número de familias necesitadas»

La coordinadora de Cáritas Arciprestal de Avilés reconocía ayer que resultaba «raro» presentar en julio la memoria de 2019, algo que suele estar circunscrito al primer trimestre del año inmediatamente posterior, pero en este caso ha sido «interesante» comprobar como la pandemia del coronavirus ha consolidado una tendencia al alza en el número de familias en situación de necesidad que Cáritas había detectado durante el año anterior. «En 2019 empezó una tendencia que no tenía nada que ver con él coronavirus y que ha continuado: el aumento de familias atendidas en acogida y acompañamiento. En el arciprestazgo acompañamos en 2018 a 782 familias y, en 2019, a 819 hogares (1.957 personas). Es cierto que no es un aumento enorme, pero la tendencia era a crecer» y exige un desembolso de 459.598 euros, señaló Artime. De esos 819 hogares, 390 fueron atendidos por primera vez.

En la mayoría de los casos se entregan ayudas económicas de cara a cubrir necesidades básicas de alimentación e higiene (725 hogares), vivienda (132) y salud (34). En cualquier caso, «el acompañamiento va más allá y a esas familias se las deriva a programas de empleo como Cáritas Labora o de formación, como el taller Horizontes o la bioescuela». 285 personas se forman en Cáritas Labora; 52, en el taller Horizontes y 22, en la bioescuela de Valliniello en la que aprenden a cultivar y mantener un huerto ecológico. Estas tres líneas de actuación tienen un coste de 115.637 euros.

Respecto a los programas de personas sin hogar, treinta personas viven en la Casa Luz Rodríguez Casanova, en Valliniello, y otras once, en las plazas que por primera vez el programa 'Red Hogares' puso en marcha en Avilés. «Era un programa que ya existía en Oviedo y Gijón y que el año pasado llegó a Avilés. Se ha ido ampliando el número plazas y, con vistas a este año, habrá más pisos. Son pisos de convivencia en los que llevar a cabo un proyecto de vida independiente, un proyecto muy interesante, por el que Cáritas está apostando fuerte», indicó la coordinadora. Estos dos programas destinados a personas sin hogar se llevan 232.816 euros.

Otras líneas especializadas son los que trabajan con la infancia como el centro de día Colores, con 28 niños de 21 familias, y el Arcoiris, en Llaranes, con 26 menores procedentes de 15 hogares. A ellos se destinan 79.795 euros. A estos programas se suma el de 'Compartir', que trabaja con 143 personas mayores.

Aparte del trabajo técnico y profesional que exigen los programas especializados, muchos no se podrían llevar a cabo sin la ayuda desinteresada de 183 voluntarios, cifra que a Cáritas le gustaría aumentar. Sonia Artime reconocía ayer que si hubiera más, podrían llegar más lejos.

En la presentación de la memoria, el delegado arciprestal Vicente Pañeda se centró más en el trabajo durante la pandemia y, en este sentido, resaltó la previsión de unos técnicos «que supieron estar a la altura de las circunstancias y coordinarse con los dieciocho equipos parroquiales». Una «humanidad y profesionalidad» que permitió un trabajo en red ágil con los servicios sociales.