Un esquiador en las calles de Avilés

Aunque los termómetros apenas pasaban de los 10 grados en Avilés a primera hora de esta mañana, no parecía precisamente el día ideal para practicar esquí en las calles de la ciudad. Ni siquiera un vistazo a Gorfolí, el termómetro de la comarca para saber si se acerca la nieve al casco urbano invitaba al optimismo. Y menos con el sol que ya aparecía para calentar un poco la gélida mañana. Por eso los vecinos y peatones de la calle del Fuero de Avilés, una de las que marcan el final del 'cemento' y el inicio de la zona rural de Gaxín, no salían de su asombro al ver a un esquiador 'surcar' el duro asfalto camino de la rotonda de la avenida de San Agustín.

No le faltaba empeño al deportista, como si de un entrenamiento se tratase, algo que es habitual en otras zonas de la ciudad como el paseo de la ría o las sendas peatonales. Los esquís parecían profesionales salvo por las pequeñas ruedas sobre las que se deslizaban, los bastones, también, y el estilo era más propio de la estación de Fuentes de Invierno que de Avilés. Y, además, tampoco faltaba la seguridad, ya que el esquiador no escatimó en recursos y se protegía de un posible percance con casco y hasta con chaleco reflectante por aquello de hacer 'slalom' entre coches.

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