Lucía González, pregonera: «Cuando me llamaron para ser pregonera de El Bollo de Avilés, di un grito de alegría»

Guardando discreción sobre el pregón que pronunciará el domingo, día 20, a las 12 horas en la plaza de España. Solo avanza que no será excesivamente largo (unas quinientas palabras) y que comenzará por una evocación a su abuelo, Eduardo 'Yuppo', que en su vida estuvo tan involucrado en el cuidado y fomento de las tradiciones. «Soy la más pequeña de sus nietas y, por eso, apenas lo llegué a tratar. He leído muchos de sus textos, algunos inéditos, y sé que le emocionaría verme leyendo el pregón», apunta.

También apunta que no faltará una alusión a la prensa local. «Los periódicos locales sirven como conexión a las personas y, en el mundo digital, también a las que vivimos lejos. Yo misma entro con frecuencia para ver las noticias de Avilés. Asturias cuenta con un periodismo local y regional muy potente. Es algo que no se encuentra en otras partes de España», asegura.

Lucía González tampoco oculta su emoción ante los próximos días. El lunes, su pareja y sus hijos disfrutarán por primera vez de la Comida en la Calle. «Hace años que no vengo por motivos familiares. Recuerdo a las que yo iba cuando era una adolescente, con mis amigas en el Parque de La Ferrera», comenta.

Su familia vive en la avenida de San Agustín y, después de estudiar en el Colegio de El Quirinal, cursó ESO y el bachiller en el Instituto Número 5. Recuerda a sus «buenos profesores, personas como Juan Nicieza que ilustraba sus clases con diapositivas de sus viajes y nos animaba a conectar los estudios con la realidad». Así surgió el deseo de estudiar periodismo.

Se decantó por la Universidad Complutense porque tenía familia en Madrid. A partir de ahí, su vida profesional la mantuvo en la capital. La posibilidad de hacer prácticas en la agencia Fax Press le permitió aprender de profesionales como Pilar Cernuda, la avilesina Berta Fernández o Florentino Llera, si bien asegura que añora no haber hecho prácticas en Asturias «como la mayoría de mis compañeros».

Al terminar los estudios, empezó a trabajar en Elmundo.es y también fue fichada para el equipo fundacional de Huffington Post. «Pertenezco a la generación previa a la crisis de 2007. He tenido la suerte de ver el final de una época, también grandes conflictos generacionales en las redacciones», apunta.

Ahora, en sus actuales responsabilidades aborda el reto común a los medios de desarrollar un modelo de negocio viable y que la ciudadanía asuma que «el periodismo de calidad es fundamental para la democracia, y se debe pagar por él».