«Los fondos europeos pueden ser una buena salida a la crisis»

-¿Qué le llevó a asumir la secretaría general?

-Siempre me atrajo la posibilidad de defender la comarca. Empecé a trabajar en la antigua Ensidesa en 1978 y viví los diferentes cambios de la empresa. Conozco muy bien el entramado empresarial y, por mi afición al fútbol y mi relación con la asociación de vecinos de San Cristóbal, también el tejido social. Es una posibilidad de defender y trabajar por aquello que mejor conozco y que quiero que he aprovechado.

-¿Qué puede decir del equipo que le acompaña?

-Es un equipo pequeño, de cuatro personas, pero con mucha motivación y unas ganas muy grandes de trabajar. Hablé con las diferentes federaciones para ver qué personas podían estar. Tienen experiencia. Compaginarán la actividad en su federación o la sección sindical y harán un plus que es la ejecutiva. En la primera ejecutiva tenemos que firmar el acta cero, repartir las funciones y comenzar a trabajar.

-El martes asume la secretaría general y se produce intervención judicial en Alu Ibérica. ¿Estamos ante el inicio de la solución?

-Es una circunstancia que evidencia que estamos ante un entramado empresarial que no es claro. El gobierno dijo en su día que iba a estar vigilante, pero se está viendo que no fue así. No sé si deberían haber tenido a una persona dentro, pero en el auto de la jueza se evidencia que incumplen toda la normativa legal, administrativa y contable. A ver lo que sale. UGT ya viene denunciando esta situación. Desde la Federación de Industria, Dani Cuartas, que también es trabajador de la empresa, ya ha alertado de cómo se dirige la empresa con una forma que no es ni muy leal ni muy abierta a la información. Si no quieres dar información de lo que haces, es que algo escondes.

-¿Hay luz al final de este túnel que viven los trabajadores de Alu Ibérica?

-Sabemos que Alcoa tiene una responsabilidad hasta julio y que el Ministerio de Industria también iba a vigilar para que la fábrica siguiese funcionando, con independencia del nombre. El aluminio es estratégico para la actividad industrial en Asturias y sería una catástrofe que desapareciese. Esperemos que el Gobierno cumpla su palabra.

-¿Puede haber un efecto contagio a otra de las grandes empresas?

-Yo creo que no. Son empresas totalmente independientes. Todas las grandes empresas preparan proyectos para las ayudas europeas para la reconstrucción y que ayudarán a paliar el daño de la crisis. Creo que será una buena salida para la crisis.

-¿Las políticas ambientalistas y energéticas del gobierno central no pueden poner en peligro esa recuperación industrial?

-En la comarca tenemos un particularidad, y que es tenemos cinco multinacionales de las que cuatro son electrointensivas. El estatuto de las empresas electrointensivas no responde a sus necesidades y seguimos teniendo la electricidad más cara de nuestro entorno europeo. Al final, si la multinacional quiere invertir irá a otro lugar o recortará los sueldos de los trabajadores.

-¿Y los aspectos ambientales?

-Sabemos que debe hacerse una transición hacia una economía más verde, pero ese no es el problema, sino su velocidad. Me duele que vengan con prisas sin dar alternativas. Y más a una comarca como la nuestra donde sabemos lo que es figurar durante muchos años como una de las ciudades más contaminadas de Europa. No puede ser que durante muchos años nuestra salud estuviese castigada y, ahora, por estas prisas nuestros hijos tengan que emigrar. La transición se puede hacer de una manera equilibrada, sin necesidad de tantas prisas. No podemos forzar cierres porque corremos el riesgo de terminar en la pobreza y comprando productos fabricados con una mayor contaminación. No se debe forzar el proceso hasta que no existan una alternativas tecnológicas reales.

-Comercio y hostelería ha sido muy castigados durante la crisis. ¿Qué plantea para sus trabajadores desde la Unión Comarcal?

-Desde luego que no podemos olvidarnos de esos trabajadores. Y también de los sectores esenciales durante la crisis: los sanitarios y también el resto de sectores que mantuvieron el funcionamiento de servicios básicos. Hablo de trabajadoras de los supermercados, que deberían ser de las primeros en vacunarse por su exposición en el trabajo, de la limpieza, la Policía... Los fondos europeos deben tenerlos en cuenta porque habrá mucha gente que no pueda abrir su comercio o restaurantes.

-Se ha retomado la urbanización de baterías de cok. ¿Qué futuro espera para esos suelos?

-Pocos sitios habrá en el mundo con esas características: el puerto al lado, con conexión a la autovía y la red de ferrocarril de Adif llegando a baterías. Es un espacio privilegiado. Al lado de la Manzana del Acero con toda esa red de investigadores. Tenemos los metros cuadrados suficientes para acoger cualquier inversión. Y se necesita actividad para poder generar empleo.

-Asume la secretaría general de UGT con el sindicato como segunda central, ¿podrá recuperar el primer puesto?

-Va por ciclos. Se está produciendo un cambio en la estructura de la empresa y nos puede ayudar. Como sindicato lo que quiero es que la gente trabaje en las mejores condiciones posibles. No me importa ser primero o segundo, eso no preocupa.