El Niemeyer cerró el pasado ejercicio con una caída de los visitantes del 19%

Tal como se detalló en el transcurso del encuentro, durante el primer año dominado por la covid, el número de visitantes disminuyó de 103.478 en 2019 a 86.710. Dos totales que, sin embargo, se dispararon puntualmente en los meses de julio y agosto, al pasar de 30.592 visitantes en ese tándem de 2019 a 33.404 en el pasado verano. Ese incremento, a juicio del patronato, estuvo fuertemente condicionado por la exposición fotográfica 'Al aire libre', la primera tras el confinamiento, y que se instaló en la plaza del Niemeyer.

Para los integrantes del patronato, ese buen verano fue una de las principales razones de la caída relativamente pequeña del número de visitantes, aunque no la única. La readaptación de la programación a la cambiante realidad sociosanitaria fue otra de ellas, ejemplificada en las trece exposiciones organizadas en 2020, y en casos como el del V Festival de Cine LGTBI, que se trasladó al formato online.

Sin embargo, una tercera razón sería la tradicionalmente escasa dependencia del Niemeyer de los visitantes procedentes del extranjero. No en vano, un 24% del público fue originario de Avilés, mientras que otro 31% acudió desde el resto de Asturias, un 37% de otras regiones de España, y solo 9%, de otros países. Una tendencia muy similar a la de tiempos anteriores a la pandemia.

Por todo ello, desde el patronato se confesaron satisfechos de la «fortaleza» del centro. En especial, tras comparar su balance con el de otros equipamientos similares. Así, durante la reunión se recordó que en el Museo del Prado las visitas se redujeron en un 75%; en el Museo Reina Sofía, en un 72%, y en el Guggenheim de Bilbao se alcanzó una pérdida de afluencia del 73%. Así mismo, los presentes recalcaron que en otros países, como Francia, esa clase de instalaciones sigue hoy clausurada.

Aun a pesar de ese resultado en términos de público, el Niemeyer no esquivó en 2020 el zarpazo económico. Frente a una previsión de ingresos inicial cifrada en 485.000 euros, el centro dejó de ganar un 65% de ese total previo, alcanzando la cifra de 173.777 euros al cierre del ejercicio. A ello contribuyó claramente el cierre total del espacio avilesino durante los meses más duros de la crisis, con la consiguiente suspensión de venta de entradas y de abonos.

Pese a semejante merma económica, el patronato se congratuló de que, a lo largo del año pasado, se pudieron acometer diversos trabajos de mantenimiento y mejora de las instalaciones. Se reparó, pintó y limpió la fachada del auditorio y el exterior de la torre, al igual que el muro perimetral de la plaza, y se retiró la suciedad de la cubierta exterior de la cúpula, tareas que «permitieron mostrar a todos sus visitantes, y en el mejor estado posible, la única obra de Oscar Niemeyer en España».

Por último, y tras abordar otras cuestiones de protocolo, los participantes en el encuentro de ayer aprobaron el que será el logotipo oficial del décimo aniversario del centro, que se festeja este mes de marzo. Dicha obra, de la que aún apenas existe información se dará a conocer públicamente en los próximos días.