Una poda en Castañeda divide a vecinos y ecologistas

Vecinos de Castañeda y los integrantes del grupo ornitológico Mavea han enfrentado sus posiciones a raíz de las últimas podas de árboles en la ribera del río Magdalena a su paso por Castañeda. Para los primeros, la intervención ha sido una actuación necesaria; para los segundos, se trata de una actuación «excesiva que degrada un ecosistema fluvial».

Los vecinos de Castañeda se encargaron de alertar al inicio del otoño sobre el estado de los árboles. Temían que los temporales invernales pudieran provocar algún accidente. Después de insistir, personal contratado por la Confederación Hidrográfica taló un ejemplar en mal estado. Además, se aprovechó para cortar los ejemplares dañados y que representaban un riesgo.

La actuación fue felicitada por los vecinos que, meses después de su denuncia, respiran tranquilos al ver que desaparecía un peligro. Sin embargo, desde Mavea la lectura es diferente, ya que limitaba las quejas de los vecinos a «un tronco caído en el río». Para los conservacionistas, la tala «ha arrasado con vegetación propia del bosque de ribera, con lo que supone una importante degradación de un importante ecosistema fluvial».