El proceso para vender las últimas dieciséis parcelas del PEPA recibe una sola oferta

Sepides ha tenido poco éxito en su último intento de venta de parcelas en el Parque Empresarial Principado de Asturias. La división de la SEPI dedicada al suelo industrial abrió a finales del año pasado un proceso para vender las parcelas que aún quedan libres en el polígono, un total de quince de diferentes tamaños ubicadas fundamentalmente en el terreno conocido como Parque Lobos, pero solo se ha presentado una oferta para hacerse con alguno de los lotes ofertados por la sociedad estatal. El resultado es similar al obtenido en los últimos años en las convocatorias públicas para enajenar estar parcelas, que también se cerraron con un número muy bajo de ventas o, directamente, ninguno.

Mientras las primeras fases del parque empresarial están ocupadas al completo, salvo alguna excepción puntual, la ampliación realizada en el falda de Valliniello, cuyas obras finalizaron hace casi una década, continúa con un grado de ocupación muy bajo. La puesta en marcha de esta ampliación coincidió con el inicio de la crisis económica, lo que supuso un importante contratiempo para la salida comercial del suelo, aunque no es menos cierto que el elevado precio de los terrenos tampoco ha ayudado mucho a animar a los empresarios e inversores.

Sepides ha venido planteando diferentes rebajas en los últimos tiempos. Hace ahora tres años, sin ir más lejos, algunas parcelas disminuyeron su precio en cerca de un 40%, y en esta última ocasión también se ha ido a la baja, aunque la diferencia con las cifras anteriores ha sido mucho menor, casi imperceptible. El descuento solo ha sido sustancial en una única parcela, la de mayor tamaño, que ha pasado de venderse a 94,06 euros el metro cuadrado frente a los 129 del concurso anterior.

Esta parcela, situada en la parte trasera de Galvanizados Avilés, al otro lado de la carretera AV-1, es la de mayor tamaño de todas las que están en venta. Ocupa una superficie de 14.140 metros cuadrados y su precio ha quedado en 1,3 millones de euros, una cifra que Sepides marca como mínima para su adjudicación y a la que aún hay que sumar el correspondiente IVA. Todo apunta a que sería precisamente la que habría generado el interés de alguna empresa, toda vez que figuraba en el listado de los pliegos del concurso pero ha desaparecido de las que se siguen ofertando en la web de la sociedad.

Para el resto de parcelas los precios continúan estando bastante por encima de los cien euros el metro cuadrado. De hecho, las reservadas a un uso industrial tienen un coste de 141 euros el metro, mientras que tres de ellas, reservadas a usos terciarios, entre los que se contempla el comercial, suben hasta los 212 euros el metro.

La cantidad nada tiene que ver con los 33,43 euros que Hunosa ofrecía a Asturiana de Laminados (Asla) en el polígono de Reicastro y que a la empresa le han parecido demasiados y ha optado finalmente por llevarse su proyecto de una nueva planta de fabricación de aluminio a la localidad leonesa de Carrocera en lugar de instalarse en Mieres, como estaba inicialmente previsto.

Tanto los empresarios locales como el propio Ayuntamiento vienen tiempo reclamando la necesidad de que haya suelo industrial disponible a precios más bajos de los que se oferta. El expresidente de la Cámara de Comercio, Francisco Menéndez, cerró doce años de mandato con la espina clavada de no haber logrado que se desarrollase más suelo en la comarca o que se bajaran los precios del poco que hay en oferta. Su sucesor, Luis Noguera, inició hace pocos meses su mandato con la misma petición dentro de su listado de objetivos.

El PEPA es un polígono a priori atractivo para las empresas por su ubicación y sus servicios. Situado al lado en una de las principales ciudades asturianas, en la que se concentra buena parte de la gran industria y, además, a pie de puerto y con los accesos directos desde la autopista a punto de finalizarse, es uno de los enclaves estratégicos para empresas de sectores como el metal o también el tecnológico, ya ha sido escogido por compañías como DXC Technology, la antigua CSC y otras como AG Software.

Sepides presume además de la labor medioambiental que se ha hecho en la zona, donde se han descontaminado suelos antes de urbanizar y sanear el terreno pero, en estas últimas fases no está encontrando la respuesta que tuvo al principio. También el concejal de Promoción Económica, Manuel Campa, ha hecho alusión en repetidas ocasiones a los elevados precios de venta de las parcelas, que dependen del gobierno central, y considera que si fueran más competitivos, Sepides encontraría una mayor respuesta empresarial y, al final, el resultado sería más beneficioso para el conjunto de la ciudad, ya que se crearían puestos de trabajo y habría más movimiento económico.